viernes, 17 de junio de 2011

SOBREVOLANDO LOS PROBLEMAS












El señor Mas llegó el otro día al Parlament en helicóptero. Los políticos evitan el contacto con la ciudadanía una vez concluido el proceso electoral. El proceso electoral concluyó hace unas semanas y ellos han vuelto a lo mismo.
Cuando surgió el 15-M, a semana escasa de las elecciones, a TODOS los partidos se les pusieron los pelos como escarpias. Por mucho que les jodiera, intentaron confraternizar y entonar un falsísimo mea culpa diciendo que es cierto, "que a veces, sin querer, nos alejamos de los ciudadanos porque nuestras responsabilidades son tan grandes y tan superiores al pobre entendimiento del contribuyente, que nos vemos obligados a tomar medidas que os puede parecer que no os gusten, pero con un poco de azúcar, se tragan divinamente".
No quiero mencionar a los energúmenos que han conseguido que se desvíe la atención de lo verdaderamente importante: en el Parlament se ha vuelto a penalizar al pueblo llano con medidas que recortan su derecho a Sanidad y Educación por la mala gestión de una personas que, en su mayor parte, han vuelto a ser elegidas. Todo lo demás es una cortina de humo. Se han vuelto a hacer pactos que ignoran la voluntad popular, en muchos ayuntamientos no gobierna la opción más votada, cualquier ley que permite esto, es una perversión de la democracia. No entiendo por qué tanto encono con defender las instituciones con el pretexto de que están para hacer respetar la voluntad popular, cuando esas mismas instituciones, con triquiñuelas legales, se pasan la voluntad ciudadana por el arco de triunfo.
No es peligroso cuestionarse el sistema. Es sanísimo. Es fundamental. Y ver que hay tíos insultantemente jóvenes que lo tienen claro, me tranquiliza. Eso quiere decir que no todo está perdido. Pero a los señores Parlamentarios, no les interesa ver que haya otras personas con mentes abiertas que les puedan enmendar la plana desde la más absoluta humildad, igual que han fundado una empresa de la nada, desde un pueblo pequeño, sin que se les despeine el tupé.
Os dejo con Pau, que últimamente es mi ídolo.



martes, 14 de junio de 2011

LA FAN












Hoy es el cumpleños del azote de todo escritor: "¿Qué pasa que no escribimos?... ¡Aquí hay alguien que no escribe... no me gusta señalar... pero alguien hace mucho que no publica...!"
Chus me sigue casi desde el principio, pero pongo mi cabeza en prenda para afirmar que ha leído absolutamente todos los posts de este blog, que ya es un patio de vecinas. Y hoy es su cumpleaños, y os la presento para que la felicitéis. Es una mujer de los pies a la cabeza, de esas que entran en una habitación y hacen que todos se giren, a veces en posiciones inverosímiles. Por mal que esté, siempre tiene una palabra de ánimo para cualquiera que pueda estar peor. Cuando Chus sonríe, la primera carcajada la dan sus ojos. Yo creo que eso es lo que distingue a la gente de bien, porque la mirada no engaña. Tu boca puede decir lo que quieras, pero hasta que no lo certifican tus ojos, eso no se eleva a la categoría de verdad.
Querida Chus, espero que te hayas puesto water proof porque sé que a estas alturas estarás pingando un poco el moco. De no ser así, ve al baño, recompón esa figura pinturera que te caracteriza, y muestra con orgullo a todo el que te quiere que hoy, aquí, tú eres la protagonista.
Un beso enorme, y no olvides que el viernes tienes tarta, así que hoy nada de nada, que luego estamos con la dieta del maracuyá a la pata coja.

lunes, 13 de junio de 2011

CUESTIÓN DE PIEL












El tacto es, sin duda, mi sentido favorito. La vista está sobrevalorada y engaña. A veces ves a alguien de lejos y te da la impresión de que te va a cortar la respiración y cuando se acerca, no pasa absolutamente nada. Sin embargo hay personas que estarías abrazando continuamente. En mi casa siempre hemos sido un poco erizos. Mi padre nos abrazaba todo el rato, pero con tanto ímpetu que gritábamos para intentar zafarnos: "¡Mamá, me rasca con la barba!". "¡Qué pesado es! ¡Deja a las chicas!". De pequeña me flipaban las familias que se daban besos a todas horas, porque nosotros si no viajábamos por más de tres días, no nos despedíamos con besos. Entonces, y en ocasiones especiales como Navidad y cumpleaños.
Cuando nació mi hija, me propuse besarla sin parar y decirle cada día que la quiero. Así que estamos todo el santo día sobándonos. Cuando tenía como tres años, la tenía cogida sobre mi cadera y ella me tocaba el pelo y me daba besos y yo se los devolvía amplificados, como los de las abuelas manchegas, y mi padre (cosa rara) nos mostró su indignación: "¡Deja a la chica ya, que la vas a encanijar!" (¿por qué dicen eso, con lo sanísimo que es?). Y mi hija con su enorme cabeza, sin soltar mi pelo, se vuelve a mi padre y le dice: "Es que nos queremos."
Pues eso, que hay que tocarse, no hay nada mejor que un buen masaje antes de dormir (en eso mi hija es una privilegiada porque a mí se me da de muerte y cada vez que está nerviosa reclama su ración de caricias), o después de una sesión de sexo, o a mitad de montaje cuando se te atasca la cosa y no sabes cómo salir. Las caricias no tienen por qué ser solo lascivas, todos mis amigos disfrutan de mis masajes, porque a mí me gusta tanto que me den un masaje como darlo y notar que la persona que lo recibe lo está disfrutando. Así que los que huyen de mí creyendo que soy un erizo... "¡gran error, uno muy grande!", como diría la Roberts.
Voy a ver si me doy un masaje en los pies.

domingo, 5 de junio de 2011

I HATE SUNDAYS


¡Lo sabía! Sabía que no me iba a dar tiempo a todo... Por lo menos me he teñido, que ya andaba Rebe dando la bulla (¡qué tía, como si fuera tan fácil llegar a todo!), y ya que nos ponemos, nos ponemos, y voy y me plancho para que se fije bien el sérum. Me plancho a mí y a mi minimí. Y nos vamos las dos como dos pimpollos a la Feria del Libro. Y como soy así de cenutria, a pesar de haber oído en todas partes que se esperaban tormentas vespertinas, salgo sin paraguas (debo tener 10 paraguas, porque el paraguas es uno de esos objetos que compro contínuamente por muchos que tenga -paraguas, tijeras, pinzas de depilar.... ¡estoy fatal!). Al llegar a Atocha cae la primera gota. "¡Oh, oh, está empezando a llover!" "¡Uy, sííííí! ¡No veas cómo llueve!" La listilla de mi hija, que ha debido ver 6 tormentas de verano en toda su vida, practica el sarcasmo, y antes de llegar a las casetas está jarreando y nosotras poniéndonos como sopas y mi pelo... mejor no hablar de mi pelo, porque manda cojones! No es que llueva cuando me lo plancho, es que cuando me lo plancho llueve. Me estoy planteando sacarle rendimiento al fenómeno paranormal y trasladarme a una zona de frutales para asegurarles la lluvia siempre que quieran.
Hoy me ha caído la segunda tormenta, sin plancha ni nada. ¡Vaya mes de junio de caca que llevamos!
Bueno, punto final a la semana infernal. He decidido que esta semana que empieza va a ser estutástica (entre estupenda y fantástica), voy a salir del pozo rural en el que me encuentro, voy a ir a nadar todos los días, mi hija va a sacar un 9,75 en el examen de Primary and Secondary Sectors of the Economy y, a lo mejor, si Venus pasa por Júpiter en el momento adecuado, recibo una visita sorpresa que me permita tonificar mi suelo pélvico.
Feliz semana a todos.

viernes, 3 de junio de 2011

I LOVE FRIDAYS



El viernes es mi día favorito del universo. El viernes te abre un mundo de posibilidades. Desde que amanece estás contenta. Parece que no te importe ni madrugar. Abres los ojos y empiezas a hacer planes sin parar. Quieres exprimir todo el jugo al fin de semana: ver a todo el mundo, hacer ejercicio, plan de belleza intensivo, comer sano, leer, escribir, ordenar... Lo malo es que dos días pasan volando. El viernes te sientes optimista, pero cansado. Así que si consigues salir pronto del trabajo puedes echar una siestecita y vivir la noche. Si no sales pronto, forget about Paris, como mucho llegas al plan de belleza, sobre todo si estás divorciada y libras de madre (y tu ex no tiene trabajo y te tienes que ocupar de tu retoño hasta las mil). Un viernes normal de divorciada desquiciada librando empieza en el baño. Música, velas, móviles silenciados, sales (que no sean excesivamente naturales, hace poco compré unas en Natura que se supone que no llevan aditivo de ningún tipo y te dejan el cuerpo de un pegajoso que da asquito)... y ya aprovechas y te tiñes, te depilas, te das la crema anticelulítica -que resulta que no vale con comprarla para que funcione-, el aceite regenerador de cara, te limas las uñas... Quedas como una diosa, pero acabas a las tantas y con una relajación que te desmayas en el sofá y te despiertas a las tres de la mañana como una zombi y con dolor de cervicales.
Hoy, por ejemplo, que no libro pero como mi hija tiene más vida social que yo se ha ido a dormir a casa de unas amigas, he salido tarde, he llevado unos libros a la biblioteca que llevaban varios meses en una caja en el pasillo, he hecho la compra, he llenado el frigorífico, he cenado, he visto una de mis series favoritas (Diario de una Doctora) y tengo que teñirme sí o sí y ya son las tantas.
A ver si consigo hacer la mitad de las cosas que he planeado antes de que llegue el infame Domingo y me haga pedorretas.

miércoles, 1 de junio de 2011

GALLO QUE NO CANTA...














Queridos seguidores:
Algunos os quejáis abiertamente y otros a escondidas de que ha bajado mi productividad. Es cierto, no os lo voy a negar, es evidente. Yo no soy de los que dicen "la cosa va mejorando" aunque aumente el paro. Pero es que me hallo en un momento como de La 2, entre soso, cansino y de archivo. No le veo la chispa a nada, mis neuronas se están secando y la dieta es lentísima (claro que me la salto a ratos, pero cada día entiendo más a mi madre). Fijaos cómo será la cosa que sólo le quedan a mi hija 3 semanas para irse de vacaciones, y todavía no me he puesto a tirar confeti... ¡con lo que yo he sido!
En fin, que estoy bastante mohína, aunque no tenga razones objetivas para estarlo. Tengo trabajo, eso es un lujo y no tengo derecho a quejarme, pero es la primera vez en mi vida que no me apetece en absoluto ir a trabajar. Tengo salud, si quitamos el sobrepeso y la hipertensión provocada por el sobrepeso (solucionable). De amor, salvo el materno-filial y el amor de los amigos, no voy bien, pero ya os he comentado varias veces que el mercado de segunda mano está imposible, y además, ¡qué cojones!, que con los años te vas haciendo rara y no te emocionas con cualquier cosa.
Así que a estas alturas ya habréis deducido que la cosa parece ir para largo, pero como soy entre ciclotímica y bipolar, lo mismo mañana amanezco superchispeante por las mismas razones por las que hoy estoy megalow... ninguna.
Os quiero, prometo esforzarme para volver a mi ser... ¡si descubro exactamente cuál es!