lunes, 26 de agosto de 2013

FIFTY ONE AND KICKING


Ya sé que no tengo vergüenza, pero... ¿qué quereis? Soy una persona mayor que se cree que no lo es pero sale de su error cada mañana cuando le crujen las lumbares!!
Estos últimos meses toda mi conversación gira en torno mi dieta (12 k ya!). Que no es para tanto... yaaaa!  Pero intentad pasaros todo el verano sin catar una cerveza ni un helado, a ver qué tal.
Pues nada, que ya estamos aquí, en la segunda edad. Me consuela algo que las jovencitas crean que lo de 51 va de coña, pero, vamos, que tenerlos los tengo!! Eso sí, anoche me hice mis cinco kilómetros por el Madrid Río, con dos pesas rosa chicle de un kilo, que parecía la Barbie Mayor inflamada!!! Volví para los leones, porque llevo fatal el calor, pero A DIOS PONGO POR TESTIGO QUE NO PARARÉ DE CAMINAR HASTA QUE TENGA UN PESO DE PERSONA MEDIO NORMAL!!! Sí lo digo gritando, como casi todo.
Queréis que os cuente mi verano? Pues ha sido genial. He madrugado de cojones. Eso sí, me despertaba mi megasmart phone, con su smart alarm, que consiste en que pían unos pajaritos de 0 a 10 de volumen con una subida muy muy muy muy muy lenta. Entre eso y el arrullo del mar, pues que madrugar no es lo mismo! Luego me pegaba una buena caminata, la primera semana con Rebeca que se levantaba por solidaridad, la pobre, y porque sabe que no se me puede dejar sola. Luego con mi hermana Alicia, que iba al 50% de su velocidad porque también sabe que no se me puede dejar sola. Pero ese momento de la vuelta, con la playa desierta, el agua transparente para darte un maravilloso baño y una siesta del quince sin interrupciones, compensa del todo el madrugón.
Pues básicamente ha sido eso: leer, sol, playa nudista... PLAYA NUDISTA!
Allí nos plantamos con nuestros mismísimos al aire, menos mi hija que considera que somos unas guarras la Rebe y yo. Por si no era suficiente la mera exhibición, pillamos un golpe de viento y salió la sombrilla haciendo volteretas laterales sobre el pincho, directa hacia el chiringuito naturista. Rebeca corriendo como una posesa con tó en venta, yo caminando (porque ya corría ella y no es lo mismo ver a Rebeca correr que a mí, la verdad), achicharrándonos los pies las dos y Katia en su toalla viéndolo todo como si fuera una película de terror.
Pues eso, que todo bien. Que estamos de vuelta y, no prometo nada, pero voy a intentar ser buena y seguir en contacto. Que sé que echáis de menos mis tontadas, aunque sea para el ratito del café.
MUCHOS BESOS Y MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS QUE OS ACORDÁIS DE MÍ ESTE DÍA, QUE PODRÍA SER TRAUMÁTICO Y SIN EMBARGO ES ESTUPENDO!!