domingo, 28 de agosto de 2011

EL HORROR DE LA BODA DE MI AMIGA
















Empecemos con el título. ¿No existía ya "La boda de mi mejor amigo"? No es que fuera la película del mundo mundial, pero sólo por las secuencias de Rupert Everett (¿por qué los más guapos tienen que ser gays, joder?) merece la pena verla. ¿Quién demonios traduce los títulos? ¿Han pretendido confundir intencionadamente? Hay traducción exacta para el título ("Brides Maids"): "Damas de Honor", si quieres adornarlo: "Damas Taradas", "Cinco bobas preparan boda", "Boda de piradas"... La verdad es que la promoción no engañaba: Del productor de "Supersalidos" y "Virgen a los 40", ¡TOMA YA!. Si ya lo decía Fernando Gamero: "con ésa promoción, ¡para qué queremos más! ¡vamos todos al sagrario!" (no dijo eso exactamente pero podría haberlo dicho).
Pero yo, a pesar de tener una gran intuición para saber de antemano si una peli me va a gustar o no (no me preguntéis cómo lo sé, de la misma forma que me pierdo hasta en el portal de mi casa, es un don), soy bastante pava y a veces me fío de los comentarios y, claro, me agarro unos rebotes del quince.
Debo establecer ciertas premisas de antemano. A mí el humor caca-culo-pedo-pis no me hace mucha gracia. El polla-polla-polla, semen-semen, porrito-porrito, tampoco. Y menos pasado por el prisma americano de quiero y no puedo, desparramo, pero sin pasarme.
Kristen Wiig me parece una payasa de primera, dándole a payasa el mejor de los sentidos. Me encantan sus parodias en el Saturday Night Live. Pero alargar lo que podría haber sido un sketch de dos minutos a dos horas, recurriendo a DIARREAS???!!!! ¡Por favor!
De todos modos debe molar escribirte tus propias chorradas para mayor gloria de tu propio histrionismo, que te lo permitan y remates pegando un taquillazo, que me hace pensar un montón sobre el futuro del ser humano como especie.
Bueno, fue un fin de fiesta de cumpleaños nada brillante. Lo único bueno es que mi hija se partía de risa... pero claro, mi hija va a hacer 11 años, está en la edad del caca-culo-pedo-pis. Teniendo en cuenta que la llevé por error a ver "Matrimonio Compulsivo" con 7 años... Recuerdo que abría los ojos como platos y a los dos minutos me dijo: "Jo, mamá, estoy aprendiendo un montón de tacos". Yo no sabía dónde meterme, pero pensé que para ella es mucho más dañina la violencia que el sexo, así que aguanté estoicamente como si no pasara nada, incluso cuando apareció un primer plano de pubis a toda pantalla, con aspecto setentero (imaginad una cabeza rubia del pequeño Michael Jackson) que, de repente, dejaba ver el piercing del clítoris... Le dije: "cariño, no le digas a papá que hemos visto esto porque me quitan la custodia". Y ella muy seria asentía sin apartar la mirada.
En fin, Novios del Mundo, que si habéis decidido ceder un poco y darle el gusto a vuestras novias de ver una peli de chicas, no empecéis por esta porque vais a tener una bronca de cojones... o no!

viernes, 26 de agosto de 2011

DÍA DE CHICAS










El otro día recibí una llamada de mi hija: "Oye, mamá, el día de tu cumple... ¿puedo comer contigo?, si no has quedado con tus amigas, claro". Me dieron ganas de comérmela a ella y le dije que por supuestísimo que sí. Y entonces pensé... ¿por qué sólo comer? vamos a hacer un plan de chicas. Y pedí hora en la pelu y elegí una peli de esas que si las ve entera un chico le sale vagina (no es mío, es de un personaje de Glee y me pareció taaaaan auténtico...). Así que, este es el plan:

12:00 Sesión de belleza
14:30 Comida de chicas.
18:30 Peli de chicas (La boda de mi mejor amiga, probablemente)

... y luego ya veremos. Teniendo en cuenta que este era un año de "apago el teléfono y me aislo del universo", los acontecimientos han dado un giro bastante interesante.
Ahora sólo falta encontrarme a George Clooney en el restaurante para que sea absolutamente perfecto.

miércoles, 24 de agosto de 2011

LUNA LUNERA CASCABELERA
















A veces es necesario parar, sentarse, respirar hondo, dejarse ir. Hay gente que eleva la generosidad a la máxima expresión y termina olvidándose un poco de sí misma, aunque no lo puede evitar, es su naturaleza... No podemos instalarnos en el optimismo permanente, tarde o temprano nos pasa factura. Y cuando esto ocurre debemos acordarnos de las veces que hemos acudido al rescate de algún amigo organizando una fiesta en casa, abrazándole, llevando sopita caliente. Debemos recordar por qué hicimos esas cosas, cómo nos sentimos al hacerlas, cómo se sintieron esos amigos rescatados y dejarnos querer. Las familias del siglo XXI no comparten ADN. Se van montando por etapas. Si tienes suerte, puedes conservar hermanas de tu infancia, pero si no, no importa, irán apareciendo poco a poco, en tus 20, en tus 30, en tus 40, de formas inesperadas, en la Universidad, en el trabajo, en internet. Y no importa cómo lleguen, lo que importa es que desde el principio te das cuenta de quiénes llegan para quedarse y sabes que ya nunca estarás solo. Y cuando llegue el momento de gritar pidiendo ayuda sabrás que no te has equivocado, porque aquéllos a los que esperas están ahí con guirnaldas, nubes de azúcar, gominolas y aceite de masaje.
A partir de este momento ya todo será mejor. Te quiero.

martes, 23 de agosto de 2011

IMPULSOS


















Yo soy básicamente impulsiva y excesiva en todas mis manifestaciones. Y diréis: ¡es genial ser impulsiva, me encantaría ser impulsiva!. Pues no. No es tan genial. Porque los impulsos son inconstantes. Están bien para un momento de pasión aquí te pillo, aquí te mato. Pero en la vida civil son una auténtica tortura. Te hacen iniciar como mil actividades al día, dándolo todo, como si fuera lo que has estado esperando hacer toda tu vida, y vas saltando como mariposa de flor en flor y, al final, no has acabado ninguna. Así estoy yo, mareando la perdiz desde hace ya algún tiempo con una cosita que tengo colgando y no tengo huevos a terminar. Me excuso a mí misma cada cinco minutos para procrastinar hasta el infinito y más allá. Me invento muchas otras cosas que de repente se vuelven inaplazables (¡ya ves tú!) para no enfrentarme a la cruda realidad. Pero hoy es el día en que voy a cambiar, porque me he dado a mí misma un plazo y es mi cumpleaños, que está a la vuelta de la esquina (¡qué depresión más grande!). Así que ¡a Dios -o quien sea- pongo por testigo, que no volveré a posponer, procrastinar, dilatar en el tiempo, hacer como que no veo, evitar, ignorar....!
¡Demonios, qué duro es ser yo!

domingo, 21 de agosto de 2011

VUELTA A LAS BRAGAS











Una de las cosas que más atómica me ponen en el mundo es hacer el equipaje de vuelta de vacaciones y comprobar que no he utilizado la mitad de las cosas que me llevé. Este año he mejorado bastante. Por ejemplo, desistí de entrada de llevarme los patines, porque con la temperatura que hace de día en la costa murciana, es imposible patinar sin deshidratarse y me niego a madrugar en vacaciones. Yo soy búho, no alondra. Me cuesta la vida arrancar por las mañanas. En fin, que este año sólo tengo una pequeña peguita, y es que no he utilizado ni el 10% de las bragas que he llevado. No es que haya ido a un pueblo nudista, ya quisiera yo, pero me temo que esto no será posible hasta que mi hija se independice. ¿Por qué a todas las niñas les da por taparse justo cuando no tienen nada que tapar? Es que, teniendo la playa a tiro de piedra, te pasas el día entre el bañador y la nada (en casa, por supuesto, ante los gritos de mi padre y mi hija, que no sé por qué se molestan si saben que cuanto más gritan más ganas me dan de ir desnuda). La vuelta de vacaciones, además de la tortura de volver a utilizar el despertador (maldito aparato inventado sólo para amargarme la existencia) significa la vuelta a las bragas y los zapatos. ¡Los odio! Y eso que todavía no han llegado los calcetines, ni los jerseys ni... ¡Uy, ya me empieza a picar todo! De momento seguiré practicando el nudismo en casa, mientras las temperaturas lo permitan, poniendo especial cuidado en la cocina, que es zona altamente peligrosa. Mientras la niña esté con su santo padre, soy liiiibreeeeeeeeee!

domingo, 14 de agosto de 2011

CRÓNICAS MURCIANAS. ¡MENUDO FIN DE FIESTA!
















Mi padre empezó a toser hace una semanas y mi madre le mandó al médico. En casa no somos muy de ir al médico. Yo creo que le mandó más bien porque daba mucho el coñazo por las noches. Así que el hombre que es muy bienmandao, aunque yo creo que más bien intentando evitar el coñazo que le daban por el día, se fue al ambulatorio de desplazados. Por eso y porque yo le había dicho dos días antes que en la recepción trabajaba la hija de una prima suya que me había detectado por el apellido. Dicen que cuando nos hacemos mayores nos da por recordar nuestros primeros años. Y es verdad. Mi abuela en sus últimos años hablaba sin parar de la tienda de chuches (entonces eran ultramarinos) que tenía su tía en Leganés. Y eso fue hacia 1918, ya ves, mientras los mitos de Woody Allen vivían los años locos del París de los 20, mi abuela mangaba chuches en el colmao de su tía para invitar a sus amiguitas.
Pues bien, mi padre ha entrado un poco en esa fase, porque este verano me ha estado contando cosas de la guerra en Granada, donde la pasó siendo niño, mientras mi abuelo estaba en el frente, creo que con los golpistas (si lee esto me mata), y de cómo mi abuela esperaba la llegada de los cadáveres e iba carro por carro levantando las mantas que les cubrían para ver si alguno de ellos era mi abuelo.
Todas estas cosas me las contaba mientras le llevaba a tomar sus nebulizaciones, que resulta que el catarro no era fingido y decidí tomar cartas en el asunto porque a veces nos da la impresión de que no se entera mucho de las cosas. Así que me paso el fin de semana yendo dos veces al día a urgencias (que es donde te mandan los días de fiesta) hasta que un miércoles que había quedado yo en llevar a los pequeños a un parque acuático (¡qué relax las vacaciones!) dejo encargadas a mi madre y mi hermana de llevarle a las cuatro y cuarto. Cuando vuelvo pregunto qué tal y me dicen que se les ha escapado... ¡no me jodas! ¿Me voy un día y se os escapa? ¿Un abuelo de 81 años? Cuando se dieron cuenta salieron las dos en coche a buscarle y no le encontraron en el ambulatorio. ¡Vaya tela!
Resulta que había partido de fútbol a la hora de la consulta y el tío se había ido a las 3 a ver si le colaban, había cogido su coche (que se ha comprado hace un año), y se había colado, le habían dado las nebulizaciones, había pedido la nueva cita y estaba tan pancho en casa de su hermano viendo el partido... ¡tócate los huevos! Su hermano es diez años más joven que él, y cuando voy a verle me dice: "A tu padre le veo yo muy distraído este año... ha dao un bajón...". Y mi padre: "Mi hermano está fatal, no levanta cabeza con lo de la chica...". ¡Tal para cual!
Bueno pues unos días después de este episodio las que tosíamos como posesas éramos mi madre y yo. Me he pasado la última semana con tos de perro, escalofríos, sueño... ¡un cuadro! De todos modos, inasequible al desaliento, he bajado a la playa a respirar aire de mar (que afortunadamente ha estado un poco cabreado, y así no me ha dado tanta pena no bañarme algún día), he empezado El viaje al poder de la mente, de Punset, y he de reconocer que me cuesta un poquito porque a mí, con mi localización espacial lo de imaginarme el infinito y a nosotros viajando a 250 km por segundo me marea.
De momento, voy a ir a conocer a mi médico de familia, que ya va siendo hora, porque me he traído el catarro de recuerdo de vacaciones.

sábado, 6 de agosto de 2011

CRÓNICAS MURCIANAS. MISS ÁGUILAS











Hace 17 años estaba yo de viaje en Alemania con mi entonces novio, después padre de mi hija y ahora ex marido. Fuimos en coche a presenciar un espectáculo interestelar, de esos que le gustan a la Pajín: el nacimiento de la primera hija-sobrina-nieta de mi familia. Y allí que nos presentamos un 3 de agosto, que tardo un poco más y no llego a ver a mi hermana en plan pez globo. Parecía un autobús escolar, pero estaba super ágil. Esperábamos a la nena el día 4, pero se hizo de rogar un par de días, que aprovechamos haciendo turismo. El día 5 por la tarde estábamos pasando el rato jugando a las cartas en la terraza cuando mi hermana dijo la famosa frase: "Parece que me he hecho pis, pero en realidad no me lo he hecho. ¿Esto será lo de romper aguas?" "¡Pues no lo sé Alicia, te he mandado 20 libros sobre embarazo en español, sólo tenías que leerlos!" Así que nos pusimos a buscar en el índice de uno de los libros lo de romper aguas, y, efectivamente, todo parecía coincidir, pero nos quedamos como cuatro pasmados mirándonos las caras porque no pasaba nada del otro mundo. A ella no le dolía nada y estaba esperando a ver si ocurría algo más interesante. Yo empecé a ponerme un poco de los nervios, porque para una vez que vivo en directo una escena tan cinematográfica no era para nada emocionante, así que organicé un poco el tema y mandé a mi cuñado al hospital. No es que le diera una coz y le rompiera una ceja, le dije que la llevara al hospital porque lo había leído en el manual del perfecto parto. Se fueron y nunca más volvieron. Yo pasé una noche fatal, porque no sabíamos nada de lo que estaba pasando. Nadie llamó para decir nada, así que, con dos pelotas, llamé yo al hospital para preguntar por Frau Weber (que es como se llama mi hermana para los teutones), me dijeron que todo iba bien, pero que el bebé no había llegado. A las 8:45 llegó la pequeña Carlota (bueno, exactamente pequeña no era, casi cuatro kilos de criatura, que parecía una ternera lechal), y como los alemanes son como son, parece ser que estornudó al nacer y la metieron en la incubadora. Pero era tan grande que parecía una ternera en conserva chocándose con los pies y la cabeza en los cristales. Cuando fuimos a ver a mi hermana a la habitación había otra señora, bastante fea, por cierto, toda sonriente con un niño minúsculo entre los brazos. Y a la simple pregunta ¿qué tal?, Alicia se convirtió en la niña del exorcista: "¿Qué tal? ¡Que resulta que toda la vida haciendo deporte y los abdominales fuertes son una mierda para el parto, y esta gorda de al lado que esta goooorda y blaaaaanda como un flan ha tenido una mieeeeerda de niño de medio kilo y lo ha parido en un pedo, y yo me he pasado 16 horas liada con todas esas enfermeras gritando en alemán que no hay quien las entienda!" En aquél momento, el español no era un idioma tan popular en Alemania, la señora gorda con su moñigo de medio kilo entre los brazos nos miraba y sonreía, mientras yo hacía lo posible por no ahogarme con mi propia saliva.
La señora gorda se fue ese mismo día y gracias a eso disfrutamos de una enorme habitación para nosotros solos en la que montamos una timba de cartas los cuatro días que estuvo allí, porque fueron tan amables de llevarse la cama y en su lugar colocamos una mesa con cuatro sillas y mogollón de botellas, que parecíamos socios accionistas de las máquinas del hall.
Desde entonces, Carlota ha celebrado sus cumpleaños en España, con todo tipo de fiestas: en casa, en la playa, en casa de un tío, en el cine, en una pizzería, vestida de princesa, en el parque acuático... Este año lo va a pasar entre España, Francia y, si tiene suerte, Alemania, aunque no creo que llegue a cruzar la frontera, y se ha ido de morros porque no lo ha podido celebrar, pero querida, ya lo has estado celebrando las cinco semanas que te has tirado en la playa living la vida loca, así que, no te preocupes que te quedan más cumpleaños que longanizas.
Muchas felicidades. Tiana.