Así que ahora no sé muy bien si me he gastado una pasta para algo o no. Porque unos dicen que ha sido un éxito, y otros un desastre. No sé bien qué representa el 70%, pero desde la más absoluta ignorancia, creo que es mucho, es mucho más de la mitad, nunca ningún partido político ha conseguido ése porcentaje de votos. Pero parece ser que no, que no es suficiente, que no hemos demostrado que queremos que la solución a la crisis caiga también sobre algún otro estamento y no el de siempre.
Fíjate qué contrasentido, hace nada han inaugurado la "Milla de Oro" en Madrid sin recato alguno. Y subvencionada por el Ayuntamiento. Estamos hablando de recortar sueldos de mierda, y a la vez hacemos una fiesta en una calle en la que no puedes encontrar un par de zapatos por menos de 200 euros. Me estoy haciendo mayor o tonta. O las dos cosas.
El lado bueno del asunto es que ya no nos tenemos que preocupar por el nuevo Convenio Colectivo, porque da igual lo que firmes, la nueva Ley de Reforma Laboral está por encima del bien y del mal y de los Convenios, así que, un problema menos. Ahora me puedo echar a dormir tranquilamente, como hace la gente que cree que lo único que debemos hacer es trabajar y dejarnos de líos.
Una cosita de última hora. Creo que los parlamentarios no hicieron huelga (estuvieron todos bien prontito en el hemiciclo para las fotos de primera hora, y creo que se empezó a vaciar como a las 11, vamos, una jornada de lo más habitual). Claro, que si yo tuviera un Convenio como el suyo, tampoco haría huelga, porque el salario supera con mucho el mínimo interprofesional, sólo tienen que cotizar 4 años para tener una pensión vitalicia, y el control horario, creo que tampoco es muy estricto.
En resumen, he sacado dos conclusiones:
1. El sindicalismo como lo conocemos, ha muerto, o debe morir. Necesitamos sindicatos gremiales, que procuren que los trabajadores ocupen sus puestos en las mejores condiciones posibles y reciban un salario justo a cambio, independientemente de qué partido ocupe el gobierno en ese momento, y
2. No podemos dedicarnos a votar cada cuatro años y quedarnos en casa tan panchos hasta que nuestros "empleados" hagan lo que quieran legislando en contra de programas que han firmado.
Yo también soy de los que dicen: "Estos mamones de los sindicatos, van a lo suyo", pero no dejo de reconocer que es gente que ocupa parte de su tiempo en reuniones que son un auténtico coñazo, y que todos podemos ofrecernos voluntarios para ayudar en temas puntuales, y no lo hacemos. Así que... o movemos el culo por nosotros mismos o dejamos de quejarnos, relajamos esfínteres y que sea lo que Dios (en caso de que exista) quiera.