domingo, 7 de enero de 2018

OMG! LOS REYES!

Los Reyes de @petitlezard
Madre mía! Y ahora qué coartada nos buscamos? Ya no hay excusa posible, como no venga algún cumpleaños. Pero tampoco podemos andar estirando esto hasta el infinito, porque en nada vienen los copazos de carnaval, los bombones de San Valentín, las torrijas de Semana Santa... un no parar.

Vale, venga, vamos a echarle todos un par de pelotas y a cumplir esos propósitos que llevamos escribiendo desde 2004.  Mi ritual empieza intentando meter en una maleta lo que traje y lo que he acumulado. Báscula de maletas. Uy! 5oo gramos! Saca!...

El roscón ha salido genial. Lo bueno de tener que hacerlo por obligación, es que comes uno y punto. Lo otro bueno, es que probablemente lo que dejé en el frigo estará pocho cuando llegue y no tendré otra que hacer una compra sana. Eso si no se ha ido la luz, como alguna vez en verano, que tengo el olor grabado en la pituitaria. El año pasado se había ido la presión de la caldera y la casa estaba a 17º, me saludaron dos pingüinos. Por favor, por favor, que haya calefacción, aunque tampoco hace tanto frío... aquí!

Bueno, estaré tranquila cuando haya pasado el control alemán, que son bastante más estrictos que en España. Me acuerdo la primera vez que pasé con mi hija de 5 meses y le miraron hasta el pañal... qué lastima que no hubieran encontrado un sorpresa! Y a ver que tal se nos da con doña Amparo. Jugaremos la carta de la señora mayor con movilidad reducida, a ver si nos saltamos las colas.

Y mañana... a la rutina: madrugar, comer como se debe a horas decentes, pilates, Atención Obras! mis zorritas, exámenes, qué quieres cenar? Cianuro! Qué asco de vida! Niña no te quejes... Benditos conflictos.

En los años pares me pasan cosas, no siempre buenas. Espero mucho de ti 2018, no me decepciones.

Raquel Rizo me ha pedido la receta del roscón. Después de mirar por YouTube encontré varias, pero resulta que parece que tener una amasadora en casa es lo más común del mundo. Así que una sin amasadora, que es la que utilicé y salió genial, la encuentras  aquí. Besos y abrazos.

miércoles, 3 de enero de 2018

milch shokolade


Día 3. Bueno que falta el roscón, ya empezamos el lunes, no? Pues no, mujer, no vas a estar comiendo roscón de aquí al domingo, aunque podrías perfectamente. No, es verdad, me voy a dar un paseo.

En Madrid ando razonablemente en horizontal y apenas subo pisos. En casa de mi hermana, la mayoría de los días hago más pisos que pasos. Pero es que aquí da cosa ir andando por la calle, porque como mucho te cruzas con cuatro personas a la hora. Así que esta mañana, no muy pronto, no conviene exagerar, me decido por fin a dar una paseíto por el Rin, que, coño, teniéndolo al lado todavía no lo he visto... Wrong! Bueno, es que no he llegado a verlo. Hacía un aire del copón, pero he pensado que mejor, que así apetece como más andar. Me he puesto el Google maps, que es como ponerte a la tonta del pueblo que te va indicando por dónde ir con el nombre de las calles. A ver, so mema, si yo supiera que la próxima calle es la Bensheimerstrasse, tu crees que te iba a necesitar?, nadie puede explicarle a la señora maps que no nos sirve el nombre de calles como referencia cuando estamos perdidos?

Total, que después de intentar meterme por varios caminos de cabras alemanas para llegar al río, que he esquivado convenientemente, se ha puesto a llover con una ventolera del demonio (menos mal que nunca me peino), y afortunadamente me he dado de bruces con un McCafé. Como en España hace años que no voy a un McDonalds (salvo en el aeopuerto), no sabía que tenían una zona de café super cuqui, y en la carta he visto Milch Chocolate, y he pensado que ni tan mal. Una paradita técnica con chocolate. Ellos estaban comiendo, porque son así y no están de vacaciones. Y he descubierto que el chocolate de marras es un poco DIY. Te ponen una taza de leche caliente y una onza de chocolate pinchada en un palo. Le das vueltas hasta que se deshace y voilà! tienes tu chocolate (podéis  ver el invento en mi instagram @lamazuecos -me siento superinfluencer).

En resumen, balance del día a las 19:09: 5,35 km 47 pisos!!!!!!!!!! menos un chocolate y patatas con la comida = sigo gorda.

Pero quedan más días que longanizas. Mañana más y mejor. Besos.

martes, 2 de enero de 2018

san silvestre asilvestrado


En mi familia tenemos una costumbre que le pondría los pelos de punta a Martha Stweart, si alguna vez oyera hablar de nosotras. Solemos elegir ocasiones especiales para probar recetas. Ocasiones especiales como reuniones de 20 personas, invitados que nunca han comido en casa o fiestas navideñas.

Eso lo hacemos año tras año en Alemania, por ejemplo. Esta gente debe pensar que los españoles estamos locos, porque las cosas absurdas que les hemos hecho degustar... Esta vez no ha sido excepción. Mi hermana ha decidido montar un 100 montaditos en casa, que para esta gente es super exótico. Ni corta ni perezosa, le pasa la carta a los habitantes de la casa, así, con dos pelotas! para elegir entre cien montaditos. Según ella, tenía de todo para hacerlos. Total, que media hora antes de cenar dice: "Bueno, aunque hayáis hecho una lista, voy a preparar lo que me parezca bien." Fenomenal, dijeron todos ante la amenaza de no cenar nada en absoluto.

Cosas que jamás había hecho, y pusimos para cenar? Aros de cebolla, patatas a la brava (con la auténtica receta de la salsa, nada de tomate con guindilla), jamón con pimiento al horno (que bueno, eso no es muy complicado)... El postre sí lo había probado muchas veces, demasiadas según algunos, pero la famiia de acogida que tuve en Nochebuena (Feliz Año Corpas) quedó contenta.

A trancas y barrancas, llegamos a una hora tarde para ellos, pronto para nosotros, a la cena y salvamos los papeles. Se lo comieron todo, menos las chips de batata, que fueron un poco fallidas.... pero por la textura, más que nada.

Así que acabamos de sobra para ver las campanadas en La1 (como siempre), y los pequeños se fueron de fiesta y han aparecido hoy a mediodía... En una casa, evidentemente, aquí no hay sitios que abran toda la noche. Bueno creo que uno, porque lo encontró mi sobrina en su corta estancia.

Y ya está, tomamos las uvas, brindamos, nos acordamos de los que no están, y ahora tenemos 365 días por delante para romper todos los compromisos que hicimos afectados por los efluvios del alcohol.

Yo hoy, de momento, he hecho un poco de power walking, aunque he tomado una cerveza, así que... fifty fifty, no hay que ser integrista, que luego se vuelve uno muy raro.

Os deseo un buen año, el que queráis, si os apetece sufrir, pues a sufrir, no seré yo quien me oponga. Un abrazo muy cálido, de los míos. Ya véis que lo de escribir, de momento lo estoy cumpliendo.