lunes, 28 de febrero de 2011

AND THE OSCAR GOES TO...










Desde luego no a los guionistas de la gala. ¡Por Dios! ¡Qué ladrillazo insoportable! Vayamos por partes.
Que la mayoría de la gente crea que lo que dicen los actores en las películas sale de sus propias cabezas, pase. Pero que no lo sepan en la meca del cine... ¡Craso error elegir una pareja de actores! ¡Crasísimo error que él fuera James Franco! Para superar lo falto que parece, debería estar el triple de bueno. Ella (que me pareció soberbia en 2009 con mi adorado Hugh Jackman) habría estado muy bien como pareja de apoyo de algún presentador/cómico/showman. Porque, no lo olvidemos, la Gala de los Oscar es un programa de televisión, que ya tiene suficientes condicionantes como para fallar en la elección de presentadores. El mundo entero espera ser sorprendido, y este año ha sido predecible, aburrido, anodino, plano, largo, tedioso... Que uno de los mejores momentos fuera protagonizado por un Kirk Douglas que con 94 castañas y varias enfermedades a cuestas diera mil vueltas al chico que se corta un brazo en una montaña, tiene narices. A poco más que hubiera podido vocalizar, habría sido el anfitrión perfecto, tirándole los tejos a una jovencita que podría ser su bisnieta... ¡genio y figura!
Cero números visuales, a parte de la milagrosa aparición de un Bob Hope proyectado en una pantalla transparente y una gran orquesta navegando mientras interpretaba un increíble mash up de grandes temazos de la historia del cine.
Y así llegamos a las canciones y la banda sonora. ¿La Red Social? ¿En serio? Sin comentarios.
Y las canciones, más anodinas no podían ser y encima las ponen todas agrupaditas en dos bloques absolutamente soporíferos. Menos mal que yo, en realidad, estaba liada cosiendo un biés plateado para la capa de maga de circo de mi hija, que si no hubiera tenido misión alguna me habría ido a la cama en el minuto uno de partido.
Cuando parecía que la cosa no podía ir peor, aparece la intensa de Celine Dion cantando a los muertos (entre los que no aparece Berlanga) y acelero el hilvanado porque me estoy poniendo de los nervios.
Ahora un breve comentario de la retransmisión de Canal +: a la altura del evento impresentable. Siñeriz ha perdido the touch, sin duda. Acompañada por un Pepe Colubi, más interesado en twitter que en la propia retransmisión, y Juan Zavala, que fue el único que puso algo de cordura y hablaba de cosas que podían interesar a los freaks de los Oscar que aguantaran despiertos semejante tortura. Y una pregunta: ¿por qué era imposible ver la gala limpia? Entre tantos canales, ¿no podrían haber emitido la Gala tal cual, sin las interrupciones absurdas y vacías de contenido del plató?
Breve mención a la alfombra roja. ¿Mandan a Cristina Teva a matarse a codazos con todos, para ofrecer tres entrevistas? Y la aportación de Guillermo Mulder, ¿quitarle el micro a Cristina para dárselo a la pobre Pilar Bardem, que está elegante hasta con una cacatúa en el hombro? Primero consigue que no se oigan las preguntas de la presentadora, y luego proporcionarle una pinta infame a Pilar, que hasta Javier se dio cuenta y se lo quitó enseguida, como buenísimo hijo que es...
¡Ay madre! Anda que si no tengo que acabar la capa, a buenas horas estoy yo tragándome todos esos despropósitos.
A las 5:30 a.m., justo cuando Javier perdía su Oscar, di por finalizada la jornada de costurera. Y menos mal, porque he leído que me perdí un "Somewhere over the rainbow" interpretado por un coro de niños neoyorkinos que me habría puesto los pelos como escarpias. Vamos, ¡para haberme suicidado en grupo yo sola! ¿Se puede ser más ñoño?
Igualito que esto...


(Pulsa y babea)

viernes, 25 de febrero de 2011

HOLA, ME LLAMO ANA Y SOY OBESA
















¿Alguien me puede explicar por qué cuando estás de farra si alguien no bebe y dice que es alcohólico le dejan tranquilo y si dices que estás a dieta la respuesta automática es: ¡mujer, por un día!...? A partir de ahora, voy a decir que soy alcohólica, diabética, alérgica a la grasa e intolerante a la estupidez humana.
Mi amiga Fe se queja de que no hablo de mi dieta en el Blog, y sospecha que no la sigo (esto de conocer a mis lectores me está poniendo un poco tensa), y no es cierto. La sigo... casi siempre. Y cuando me la salto (que es muy pocas veces) tomo sopa morada al día siguiente. Tenía pensado poner una foto del antes y después, pero cuando sea un poco más evidente. Creo que aún es pronto, aunque el otro día conseguí abrocharme unos pantalones, de esos que tienes guardados. Estos no son recuperados (previamente usados) sino comprados en época de máxima foquez. En esas etapas te niegas a probarte la ropa, porque para una gorda los probadores son cámaras de tortura, ¡por Dios bendito! ¡esos espejos! ¡tan grandes! ¡tan cerca!... ¿qué trabajo les cuesta inclinarlos un poquito para "esterilizar" la imagen? Pues bien, cuando estás gorda te compras la ropa por pura necesidad y sólo para taparte. Te importa medio carajo si es mona o no. En uno de esos momentos me compré estos pantalones, a voleo, miré la talla y pensé : "me niego a comprarme una talla más grande, me tiene que valer por narices". Llegas a casa, te los pruebas a 10 metros del espejo y agarras la gran depresión, porque, a pesar de ser una talla enooooorme, no te pasan de las rodillas.
Pues de esos, tengo varios. Y los primeros ya me los he abrochado, así que voy bien... creo.
No tan bien como dice Eva Luna que no hace más que llamarme pibonazo y eso es muy prematuro, porque me confío y lo mismo que me han entrado los pantalones, me dejan de caber. Mi endocrino, que es supergracioso, tiene en la consulta una masa deforme amarillenta y transparentosa encerrada en una urna. Se supone que son dos kilos de grasa. Cuando fui después de Navidad y había perdido cuatro kilos, se puso más contento que yo, porque a mí me parecía que faltaba taaaaanto. Pero él, muy pragmático y optimista, me dijo: "has perdido dos de esas", señalando a la masa deforme. Así visto impresiona más, la verdad.
Esta noche me voy de farra, pero pienso valorar las cervezas en minutos de baile, así que cada botella serán 20 minutos bailando como una loca. Eso, o igual les digo a todos que soy alcohólica para que me dejen tranquila. No sé...

jueves, 24 de febrero de 2011

CONTRACRUSH















¿Qué demonios está pasando? Ha sido irse San Valentín al sitio del que no debió salir nunca y empezar a caer parejas con efecto dominó. Vamos a ver si nos centramos. ¡Que lo mío es una pose! Que me encanta escandalizar a los enamorados, aunque bien es cierto que no les soporto. Ése estar todo el día encima del otro, cari por aquí, cari por allá, me revuelve el estómago. Pero las parejas guays me encantan. Esas que se dejan espacio para respirar, las que salen por separado y conservan cada uno sus propias amistades. Las que se conocen hasta el punto de desaparecer de la presencia del otro antes de que estalle la tormenta en 3, 2, 1... No aguanto a los que se llaman cada diez minutos: "¿Qué estás haciendo?" "Desde que me llamaste la última vez, pis y poco más, cariño". "Cielo, he quedado con Piluca y Pocholo, que inauguran la casa, por fin, y nosotros llevamos el vino". ¡Vamos a ver, alma de cántaro! ¿Puedes al menos preguntar antes de programar la agenda de tu media naranja? Porque si no, es muy posible, que dentro de poco estés en una botella de la Radical Fruit Company.
Pues creo que hay una nube tóxica, que está haciendo que las parejas rompan. O igual es que han caducado, que todo puede ser. Yo tengo una teoría al respecto. Cada pareja tiene un tiempo de vida (al igual que los seres humanos). Cuanto más tiempo pasan juntos, más rápido se consume su vida. Por tanto, si tu pareja está predestinada a durar 5.000 días, y no os separáis ni para ir al baño, cortaréis en trece años y medio. Sin embargo, si vivís a 2.000 kilómetros de distancia y os véis los fines de semana, no tenéis vida para separaros.
Así que, por lo que más queráis, comportaos como adultos, dejad a la gente vivir, recordad que los niños también tienen padre, cuando volváis de una juerga no contéis dónde, cómo y con quién habéis estado (¡un poco de intimidad, coño!), y si sois los que se han quedado de guardia no preguntéis más que: ¿todo bien?. Y, por favor, ¡dejad ya de separaros!
Pensándolo mejor, así se reaviva el mercado de segunda mano.

sábado, 19 de febrero de 2011

MUJERCITAS













Mi amiga Raquel, que no es un callo malayo, tiene una buenísima costumbre. De vez en cuando organiza unas cenas en su casa, sólo para chicas, que siempre se convierten en largas sesiones de risoterapia. Yo tengo por costumbre perderme al ir a su casa. Bueno, en realidad, tengo por costumbre perderme siempre, pero ayer me relajó bastante comprobar que no soy la única que ignora por completo dónde demonios está su calle, porque pregunté a un tipo a dos manzanas de su casa y me dijo (léase con acento madrileño radical): "¡Qué va, no está por aquí, porque yo vivo aquí mismo y no me suena de nada!". ¡Tócate los pies! Al final voy a tener que desistir de mi empeño en intentar moverme por mi cuenta y comprar otro GPS, aunque tenga que volver a discutir con la señora que viene dentro.
Total, que las cenas de Raquel están alcanzando un nivel culinario importante, porque todo el mundo descubre recetas nuevas y se emplea a fondo. Y, por si faltaba algo, llega Marta y lo riega todo con Moët Chandon, Chus hace un postre que te mueres y rematamos con profiteroles cubiertos de chocolate caliente. Vamos, que voy a tener que estar una semana a sopa de lombarda para bajar todo eso. ¡Con lo contenta que yo estaba después de haberme podido abrochar uno de los dos mil pantalones que tengo en lista de espera para ir bajando de nuevo la cuesta del peso que he bajado tantas veces! Gracias a eso no me puse cerda del todo, porque apenas podía respirar, que si llego a ir con leggins, vamos, las patatas de May desaparecen del tirón.
Lo mejor de esas noches de chicas es que no paramos de reírnos desde los preparativos en la cocina, por allí desfilan suegras, cuñadas, vecinas pesadas, maridos, otras madres, hijos respondones, nosotras mismas, las niñas que fuimos... acabamos con una autofoto, generalmente de Marta, que siempre dice que salimos "divinas, como somos", nos despedimos con besos y abrazos y yo... me vuelvo a perder.
Chicas, todavía me duelen los abdominales. ¡Ahora que lo pienso, al final, con tanto reírnos, hemos hecho ejercicio!

jueves, 17 de febrero de 2011

VIVIR















¿Quién dijo que la vida es eso que pasa mientras hacemos planes? ¿John Lennon? No sé. No me gustan mucho las citas. Me gusta elaborar mis propias frases. Sin embargo hay gente que habla sólo con citas de otros, y los demás les consideran superinteresantes. A mí me parecen simplemente pedantes y pobres de espíritu.
La vida normalmente es una gran mierda. Pero nos vamos olvidando, porque pasan pequeñas cosas que nos distraen. Creo que perdemos demasiado tiempo empeñados en conseguir cosas que no sabemos si queremos. Ayer era superfeliz. Hoy, llega un mensaje, y se va todo al carajo. Las tontadas que me preocupan pierden todo sentido. Quedo suspendida en el aire esperando que alguien me despierte de este mal sueño. Pero tengo la absoluta certeza de que eso no va a pasar. Y por eso siento la necesidad de gritar desde aquí, igual que ayer me carcajeaba. Pase lo que pase, ya nada será igual, el reloj no girará hacia la izquierda, sólo podemos agarrar con fuerza las agujas y hacer que el tiempo pase más despacio y saborearlo poco a poco como si fuera un buen reserva. Nada más. Sólo podemos estar... y vivir.

miércoles, 16 de febrero de 2011

MI HIJA QUIERE SER UNA TULLIDA











No sé de qué me asusto. Yo misma cuando era pequeña quería que me pusieran gafas, pero lo suyo es mucho peor. Ella quiere ser celíaca, porque en vez de yogur les dan Calippo de postre. ¡Tócate los pies! Por supuesto quiere llevar brackets, y por más que su dentista le dice que hay que esperar a ver cómo va todo, ella da por hecho que se los vamos a poner, y ya está mirando modelos. También quiere tener anisakis. Porque antes era alérgica a los frutos secos, pero ahora, parece ser que se le ha pasado, le fuimos a hacer las pruebas para ver a qué demonios es alérgica, y le dio un resultado dudoso al anisakis. Así que hice una nota para que no le dieran pescado hasta que aquello se aclarase, y cuando nos dieron el resultado negativo, lloraba como una Magdalena.
Tengo unas muletas detrás de la puerta de la entrada, porque dada mi tendencia a caerme y joderme el tobillo, me salió mejor comprarlas que andar pidiéndolas, y ella las coge en cuanto me descuido. Pero quiere que le compre unas para niño, "por si acaso las necesita alguna vez". Vamos, que si se da el caso cuando ya haya crecido, se coge las mías y nos metemos las otras por el recto.
También es fan de las vendas. Se venda continuamente. Y como tienen ese tamaño que tienen, parece que se ha implantado un melón en la rodilla, en el codo o donde toque.
Por no hablar de las sillas de ruedas. Que cuando vamos en verano a ver a su primo Mario, en cuanto se descuida, le quita la silla, que además es preciosa y supersónica, y se pone a dar vueltas como una loca ante el cabreo del otro que le grita: ¡Nena, quita, quita!!!
Mi hija, me ha prohibido que cuente sus cosas en el Facebook, porque dice que es su vida, y que no tengo por qué hablar de ella. Así que he venido rauda y veloz a escribir esto delante de sus narices antes de que se me olvide.

lunes, 14 de febrero de 2011

¡QUÉ BONITO ES EL AMOR!















Hoy es el día de los absurdos con cara de bobos y babas cayendo. Y eso sólo se justifica si tienes 15 años y te pasas el día morreando en las esquinas del instituto. Si has pasado ésa edad y sigues en la misma fase, lo llevas fatal. Si estás casada, tu marido trabaja un montón, tiene continuamente reuniones inesperadas y hoy aparece con un ramo de flores, mosquéate. Si aparece con una joya, date por jodida, es cuestión de tiempo que la otra lagarta le convenza de que cambie de aires.
Esta fiesta es un poco como la Navidad, que tienes que estar contenta por cojones. Hoy hay que decir que ¡qué maravilloso es todo!, ¡cómo suenan violines cada vez que te besan!, ¡qué suerte has tenido encontrando a la otra parte de ti mismo!... En fin, afortunadamente es una vez al año y no ha arraigado como en USA. Allí las pobres adolescentes difíciles de mirar lo pasan fatal porque nadie les escribe, ni les invita al baile, ni les infla a bombones... Aquí puedes ser tranquilamente el Grinch de San Valentín, no somos tan detallistas: "cari, ¿no vengo a dormir a casa todas las noches?, pues ya está, mujer, no hace falta más, ¿no te dejo yo que disfrutes de mi barriga cervecera todo lo que quieras?, ¿qué más prueba de cariño quieres que la confianza que tengo contigo dejando levantada la tapa del váter?"
Igual me estoy contradiciendo un poco yo misma... Bueno, si alguna está todavía en la fase de: ¡pero es todo tan bonito cuando estás enamorada....! que no se pierda este trailer, que luego pasa lo que pasa.


RELACIONES












A veces nos esforzamos demasiado en las cosas. Nos preocupamos mucho porque las relaciones funcionen, cuando tan sólo debemos dejarlas ir. Cuando llegamos a cierta edad parece que se haya cerrado el círculo de la amistad. Acumulamos demasiado equipaje, hemos querido y perdido demasiadas veces para abrirnos a gente nueva, y, de repente, sin que lo esperes, aparece alguien de manera inesperada a quien te apetece escuchar y hablar, con quien quieres reír hasta la extenuación. Ya he hablado más veces de él, podría parecer que aquí hay tomate, de hecho, a mi hija le encantaría que lo hubiera. No para de repetir: "Adoro a Dani". Pero claro, le ha regalado el juego que "lleva deseando toda su vida", así que no sé si esa declaración de amor hay que tomarla muy en cuenta. Daniel empezó a escribir comentarios en este Blog desde el principio, siempre halagadores. Y, claro, ¿a quién no le gusta que le suban la moral, así, sin más, un día sí y otro también? Luego nos agregamos en Facebook y empezamos a enviarnos mensajes regularmente. Después vino skype, el teléfono... y los dos teníamos la sensación de conocernos de toda la vida. Cuando un día me anunció que iba a venir a Madrid sólo a conocerme, creí que me vacilaba, y le dije: sí, sí... como le suelo decir a mi hija cuando hace planes absurdos que luego me obliga a cumplir.
Y... ¡ha venido! Y para que se fuera enterando de dónde se había metido, lo primero que hice fue perderle por todo el aeropuerto intentando encontrar el coche, pero es que las señales las hacen para gente que sabe ir a los sitios, ¡coño! En ese mismo instante me di cuenta de que Daniel sonríe todo el tiempo y tiene una sonrisa maravillosa. Nos pegamos una juerga importante con Abel and the Gang y rematamos de cháchara hasta las tantas. A la mañana siguiente intenté hacerle café sin agua, y eso seguirá retregándomelo hasta el final de los tiempos.
Nos hemos contado la mitad de nuestras vidas, nos hemos reído, hemos comido divinamente, hemos paseado, hemos estado en una terraza de noche en la calle en pleno febrero, y no ha empezado a llover hasta que se ha ido. ¿Qué más se puede pedir?
Ha sido un fin de semana insuperable, y espero que el primero de muchos otros. Dani, amore, Happy Valentine!

domingo, 13 de febrero de 2011

TELÓN Y CUENTA NUEVA








El viernes se presentaba el cierre de una aventura de tres capítulos. "Telón" pone fin a una trilogía. ¡Que se dice pronto! Trilogía suena a algo realmente grande, y lo es. Cualquiera que intente escribir cualquier cosa, una carta, un post, un capítulo... sabe lo que cuesta. No me puedo imaginar pensar en una novela... dos... tres! Abel, a primera vista, es un showman. A segunda también. Tiene una capacidad infinita para hacer reír a la gente. Eso está muy bien para el espíritu y fatal para las patas de gallo. Pero además de ser un payaso semiprofesional tiene el corazón más grande que la nariz. Y, por eso, el otro día el acto de presentación de su libro estaba petao. Porque toda la gente que él quiere, y que le quiere bien estaba allí. Bueno, toda no, habría necesitado un sitio muy grande. Yo había calculado llegar a mitad de acto, pero la cosa se torció. Daniel llegó a mi vida a través de Abel. Cuando empecé con este Blog, Abel se lo recomendó a sus lectores, y eso es como si de repente te ponen un anuncio gratuito en la MTV, porque tiene chorrocientos mil lectores. Uno de ellos empezó a leerme, luego a escribirme y ahora mismo está durmiendo como un cesto en mi casa. El destino ha querido que decidiera venir a conocerme justo este fin de semana antes de saber que se presentaba el fin de la aventura de Abel. Así que, de una forma extraña, se cierra el círculo. Como las compañías aéreas son como son, llegó con retraso y nos perdimos la presentación, pero no la fiesta. Nos encontramos en un bar. Y aquello parecía el muro de Abel, pero en 3D. Estaba su Mariliendres. Sí, señores Vanessa la Principessa. Vanessa es el personaje más divertido que he conocido yo en años. Si creen que Abel le pone literatura a sus comentarios del Hola están completamente equivocados. Vanessa es una niña de 10 años en el cuerpo de un megapibón, tiene la espontaneidad que todos hemos ido dejando poco a poco en el camino, y una energía que se le sale por los ojos. A parte de un estilazo, que se pone una mopa de falda y marca tendencia.
También estaba Alberto, el Pacificador. Alberto es tan buena gente, que no puede soportar que exista un conflicto en mil metros a la redonda.
Así que, un grupo bien hetero-géneo salimos a celebrar que nuestro amigo tiene un par y termina lo que empieza, y le reeditan. Hacía mucho que no me reía tanto, tanto rato. Así que, gracias a todos.
Abel, tienes un máximo de cuatro meses para presentar otro libro.

jueves, 10 de febrero de 2011

JUEGO DE NIÑOS













Cuando era pequeña, recuerdo que una de las cosas a las que me apasionaba jugar era a los supermercados. Entonces jugábamos tranquilamente en la calle. Y no, no íbamos a Imaginarium a comprar réplicas exactas de latas de sardinas, pollos asados, botecitos de Cola-Cao ni pan Bimbo. Cogíamos trocitos de ladrillo del suelo, lo machacábamos y era pimentón. Que digo yo, que por qué venderíamos pimentón, si a ninguna nos gustaba. Y hablo en femenino, porque esos juegos eran de chicas. Los niños eran incapaces de estar más de un minuto sentados, mientras nosotras nos podíamos pasar horas cambiando piedras por chapas, palos de polo o cualquier otro tipo de desperdicio. ¡Eso sí que era reciclar!
Ahora, nuestros niños tienen de todo, pero el mundo de la imaginación no ha muerto. Claro que ha sufrido una trágica transformación.
Ayer llevé a mi hija al cine con dos amiguitas del cole (mal hecho, porque el día de la resaca se portó fatal, pero soy una pésima madre, ya lo sabéis todos). Llegamos con tiempo de sobra, y, mientras me sentaba en una mesita del hall leyendo las revistas gratuitas de estrenos que hay en la mayoría de los cines, las niñas, incapaces de estar sentadas ni calladas, se fueron por ahí. De repente noto un movimiento extraño, presto atención y... os reproduzco lo más fielmente que puedo la escena:
Mi hija se pone la capucha de la sudadera por la cabeza. Alucino pepinillos porque siempre quiere ir en pelotas. A todo esto, la peli es en 3D (o lo que sea) y llevan puestas las gafas. También llevan sus ejemplares de la revista bajo el brazo. Y mi hija, organizando como siempre, dice: "Yo voy de incógnito, vosotras me reconocéis por las fotos y venís a pedirme autógrafos". Casi me muero de la risa, porque la escenificación era perfecta. Ella camina con las gafas de sol, mirando a todas partes como queriendo pasar desapercibida, y, por tanto, llamando muchísimo más la atención. Se sienta en una mesita redonda alta de bar, y hace como que lee. Entonces las otras fingen reconocerla, se acercan: ¿eres....? (lo siento, no entendí el nombre). "Sí" "Nos firmas un autógrafo" "¡Claro!" (menos mal que iba de famosa enrollada y no de esas que insultan a las cámaras). Y así pasaron el rato hasta que llegó la hora de comprar las palomitas y entrar. Para que luego digan que los niños no son capaces de jugar sin cosas. Lo único que hay que hacer es sacarles de su hábitat y quitarles de en medio todo juego electrónico que lo único que provocan es pura incomunicación.
¡Cómo ha cambiado el cuento!

miércoles, 9 de febrero de 2011

PRINCIPIOS













Cuando conocí a David Arribas era cámara. Era muy bueno y estaba como un queso de bola. Estoy hablando del pleistoceno. Yo era regidora y nos cruzábamos continuamente por el plató en un baile desenfrenado. Quien haya hecho directos de más de dos horas en los que no se ven las cámaras, los travellings, las maquilladoras, el director... en un espacio reducido con varios sets, sabe de lo que estoy hablando. Al poco tiempo se pasó a iluminación y seguía siendo bueno. Era curioso ver el contraste de los superserio que era trabajando, con esa carilla de niño bueno, y lo gracioso que podía estar de copas, claro que el alcohol es lo que tiene.
Luego perdimos el contacto. Pero de vez en cuando, en las series más vistas de la televisión nacional, veía su nombre: director de fotografíaDAVID ARRIBAS. Y sentía el orgullo que sienten las madres cuando sus hijos destacan. ¡Mira el jodío niño lo que está haciendo! Porque estamos hablando de Periodistas, Un Paso Adelante, 7 vidas, Los Serrano, El síndrome de Ulises, El Internado, Águila Roja... Lo siento David, todavía no le he echado un ojo a El Barco. Todo series importantes, pero entre ellas dos trabajos muy serios. El Internado y Águila Roja tienen una factura que desmiente por fin esa tontería que circula por el mundo: la tele es un quiero y no puedo frente al cine. ¡Ja! Que venga cualquier director de fotografía de cine y se ponga a iluminar para varias cámaras a la vez, con el tiempo justo porque hay que acabar el capítulo para anteayer.
En fin, que ayer David estaba muy enfadado, porque a parte de ser un director de fotografía cojonudo es empresario y la cosa está fatal. Hemos llegado al punto en el que todo vale, da lo mismo un plano bien iluminado que mal (una vez un productor ejecutivo me preguntó: ¿podemos grabar a Juanes aunque esté mal iluminado? y le contesté: Y sin cámaras, lo podemos grabar sin cámaras... luego me quedé pensando y decidí no tentar a la suerte: ¿qué me estás preguntando exactamente?), da igual el contenido, el continente... Nadie se toma en serio la cultura audiovisual, se supone que eso es sólo una pequeña parcelita instalada en audiencias residuales de la 2, reino del frikismo cultureta. Utilizamos imágenes de You Tube, con la misma alegría que usamos aceite de oliva en la cocina.
Pues, señores, no da igual. No da los mismos planos un niño que está aprendiendo y cobra 25 pavos al día, que un señor que lleva toda la vida, disfruta de su trabajo y sólo pide lo que nos ha costado muchos años conseguir. Claro, si estamos hablando de dar un plano corto de Belén Esteban y su carnicería estética, puede que incluso agradezcamos que el foco esté rozado, pero, párense a pensar: ¿es lícito que esta persona, cuyo título es haber parido el retoño de un torero iletrado cobre lo mismo que el equipo técnico al completo de su programa? Porque nos estamos moviendo en esos parámetros.
Ahora mismo vivimos instalados en el Grouchomarxismo: "Señores, estos son mis principios. Si no les gustan, tengo otros", pero sin puta gracia. Y así nos luce el pelo.
Digan lo que digan, adoro Facebook. David, cariño, no te desinfles. Esto tiene que pasar y lo recordaremos como un mal sueño. Estoy segura. Por cierto, sigues estando como un queso.

lunes, 7 de febrero de 2011

RESACA INFANTIL















Hace unos días mi hija fue a un cumple-fiesta de pijamas. Llevaba dándome la lata varias semanas con el tema. Primero habían preparado una fiesta sorpresa de despedida para una compañera que se cambia de cole. La iban a llevar engañada a una falsa fiesta de cumpleaños, pero claro el cumpleaños que se habían inventado era de alguien a quien la niña no conocía, y dijo que no pintaba nada ahí. Total, que al final ni sorpresa ni nada, tuvieron que decirle la verdad, pero su madre no le da permiso para dormir fuera de casa, así que su plan fracasó estrepitosamente. Pero ella es inasequible al desaliento. Ella lleva haciendo planes desde infantil. En primero de primaria puso un negocio de tatuajes. Un negocio ruinoso, porque lo hacía gratis. Llevaba una hojita cuadriculada con los modelos que los clientes podían elegir, y se los dibujaba en manos y brazos con unos rotuladores borrables que le había regalado.
En segundo organizaba clases, con su amiga Laura como ayudante. Daban clases de yoga, judo, aerobic y danza. Tenían una lista con todos los alumnos, controlaban la asistencia y cada tres clases les premiaban con un caramelo. No me digáis que no está bien pensado, si nuestros profesores nos hubieran dado caramelos por ir a clase, habríamos ido con otro rollo en el cuerpo.
En tercero, un día me dijo que estaba pensando hacer algo porque los niños se peleaban mucho en el patio, y que se iba a ofrecer para arreglar las cosas con unos carteles. Yo le dije que entonces quería ser mediadora de conflictos, y me contesta: "No, pero no voy a poner eso, porque los niños no lo entienden". Y se hizo unos carteles tamaño folio en los que ponía (creo recordarlos literalmente, todavía debo de tener alguno por ahí guardado): KATIA OS AYUDA Y OS DEFIENDE. ACUDIR A SU SERVICIO. VÁLIDO DE JUNIO DE 2008 A JUNIO DE 2009.
Bueno, pues ese pequeño embrión de sindicalista, el viernes se fue de parranda a casa de una amiga, yo pasé a recogerla a la mañana siguiente a las once y media, pensando que ya era muy tarde, y cuál no será mi sorpresa cuando me la encuentro todavía en pijama, con otras cinco niñas espachurradas en la habitación, y con restos de rimmel y lápiz de ojos, que parecía yo misma, pero a los 20 años después de una noche de farra. Habían estado despiertas hasta las 6 de la mañana, grabando un vídeo de un programa de cotilleo, con sus títulos de crédito y todo, en el que anunciaban en exclusiva las fotos que prueban la relación entre Selena y Justin Bieber, ese amigo de Abel, que parece ser ejerce de picaflor.
Así que, después de ver el vídeo, conseguí llevármela de allí, y al llegar a casa desapareció de mi vista y me la encontré tirada en mi cama, como una adolescente resacosa. Menos mal que el hartón que se pegaron fue de azúcar (parece ser que se inflaron a lacasitos, así no pegaron ojo, claro), no obstante, la mandé directamente al baño, y luego dejé que se metiera en la cama. Y así pasó la primera resaca de su vida. Levantándose a comer a las seis y media de la tarde, como yo en mis mejores tiempos.
¡Ay señor, la que me espera!

jueves, 3 de febrero de 2011

FEELING PLOF




















Hoy es uno de esos días en los que te sientes ni sí ni no, vamos de esos en los que estás exageradamente hormonada. Y los odio. Odio que me afecten cosas que diga alguien que me importa medio carajo, pero cuando las hormonas se revolucionan la conexión sentidos-parteracionaldelcerebro queda interrumpida hasta nueva orden y pasas a ser una concursante de Gran Hermano en tu propio cuerpo, "todo se magnifica".
Las hormonas también tienen su lado bueno, no las vamos a denostar así, sin más. Mientras tienes hormonas, tus células se regeneran, y a mí me viene bien, porque tengo que quitarme unos kilitos, y debo hacerlo antes de que se cierre el grifo, porque luego es prácticamente imposible. Así que aquí estoy, con mis cositas, viviendo sin vivir en mí.
El Día de la Hormona las noticias pululan por mi cerebro, van y vienen, pero no anclan. Suelo ponerme algún canal informativo para desayunar, y el batiburrillo de hoy no me ha quedado nada claro. He visto a Fernández Toxo felicitándose a sí mismo y a todos nosotros por haber firmado un acuerdo buenísimo. Claro, a mí se me ha venido a la cabeza su imagen de ayer o anteayer diciendo que todos a las barricadas y a la huelga general porque esto era innegociable, inaceptable y todos los in que se nos ocurran, y he caído presa de un ataque de desorientación. Ya no sé si estaba hormonando entonces, ahora, o, simplemente, estamos todos locos. Lo bueno -o malo- que tiene Toxo es que es tan tibio, que cuando pasa del Polo Norte al Sur, haciendo escala en el Trópico, ni te enteras. Cándido Méndez es un poco más vehemente, pero el resultado es el mismo: antes era inadmisible, y ahora es la única solución. ¿Les habrá enseñado Zapatero los datos auténticos, o simplemente el brillo cautivador de su sonrisa?
Viene la Merkel. Agárratela con las dos manos, José Luis, coge el bloc de notas y aprende a tomar decisiones. Porque los alemanes serán lo que sean (tirando a sosetes, cabezas cuadradas, puntuales hasta la enfermedad...) pero ahí los tienes, han asumido una reunificación, que ningún otro país de Europa habría podido solucionar, y se han vuelto a colocar a la cabeza. Claro que a mi cuñado hace tres años que le han quitado las pagas extraordinarias, y ha recuperado media estas Navidades. Si hacen esto aquí, se monta la de diosescristo (o no, tal y como estamos ahora), porque aquí nos importa medio huevo lo que le pase al vecino, mientras yo tenga mis cositas, a los demás les pueden ir dando. No nos damos cuenta de que los demás podemos ser nosotros mismos en cualquier momento, que cuando alguien se queda en paro pasa a cobrar de la bolsa común y deja de cotizar, y que llevamos así ya demasiado tiempo. Lo que hay que decir también es que los alemanes tienen la seguridad absoluta de que sus dirigentes utilizan el dinero público para atenderles a todos (no recuerdo yo casos sonados de corrupción, perdonad mi ignorancia). Si nos quitan las pagas aquí, además de llevarnos a todos a la cárcel porque nos las gastamos por adelantado, estaríamos seguros de que serían despilfarradas por los Ayuntamientos, las Diputaciones, las Comunidades Autónomas, los Ministerios... ¡hay tantas rendijas!
Aquí hace falta alguien limpio de polvo y paja ya, que no necesite tener muchas cosas para ser feliz, con vocación de servicio público, inteligente, que hable idiomas (¡por Dios!), que tenga un discurso coherente y sin compromisos previos. ¿Algún voluntario en la sala?
El otro día me preguntó mi hija a quién iba a votar y le dije: ¡no tengo ni idea! "¿Por qué no te presentas tú?" ¡Bendita inocencia! ¿Cómo me voy a presentar yo? ¡Y menos hormonada!