martes, 8 de mayo de 2012

PERO QUÉ FARSA ES ESTA????


"El presidente de Bankia y BFA, Rodrigo Rato, ha anunciado su intención de dimitir de sus cargos en ambas entidades después de que se conociera que Bankia recibirá respaldo público por entre 7.000 y 10.000 millones de euros..."

A ver, vosotros que sois más listos, ¿me podéis explicar qué debe sentir un pequeño ahorrador que tenga su dinero en Bankia después de leer esta noticia? ¿El Gobierno dice que va a meter un montón de pasta en un banco, y el presidente, muy muy amigo del Gobierno, sale corriendo? No me digáis que no es para agarrársela con las dos manos.
O sea, ¿que tenemos que apretarnos el cinturón y reducir en 10.000 millones el presupuesto de educación, para darle esos 10.000 millones a una entidad llena de ineptos que encima se permiten seguir pagando indemnizaciones astronómicas a los responsables de la situación en la que nos encontramos? La verdad es que nos tenían que poner un monumento a los ciudadanos por no estar en la calle montando un pollo de tres pares de narices. Porque, queridos míos, los gritos en la barra de un bar no se consideran movilizaciones, que lo sepáis. 
Es una vergüenza que se concedieran hipotecas sobrevalorando los inmuebles y  sabiendo que los interesados tendrían muchos problemas para pagarlas. Es una vergüenza que, ya en plena crisis, los directivos de las entidades bancarias se autoconcedieran indemnizaciones escandalosas por una labor más que deficiente. Y es una vergüenza aún mayor, que esas mismas entidades dejen ahora a esa gente en la calle, justo cuando son más vulnerables, cuando no hay trabajo ni intención de fomentarlo.
Que devuelvan inmediatamente todas las primas de productividad. Que se amplíen los plazos de amortización de las hipotecas, para que se reduzcan las cuotas y la gente no tenga que ver a sus hijos dormir en la calle. Que el dinero vaya directamente a las pequeñas y medianas empresas, que son las que de verdad se preocupan por sus empleados. Que se retiren las subvenciones a instituciones que deben autofinanciarse (póngase Iglesia, Partidos Políticos). Hay por dónde empezar, pero es más fácil repetir el cuento.

domingo, 6 de mayo de 2012

MADRES


(August Herbin · Mujeres y niños)

Cuando somos bebés adoramos a nuestras madres. En realidad no nos acordamos. Yo en concreto lo recordé cuando tuve mi propio bebé y veía su mirada de absoluto arrobo cada vez que me acercaba. Creo que más que en mí pensaba en mis tetas bien repletas (qué bonito pareado). Sólo imaginarme estar en brazos de una madre de tres metros, que es el tamaño proporcional que debería tener ahora una madre capaz de acunarme, me produce un bienestar instantáneo. ¡Será posible que no haya retenido ni un solo instante de aquella época?
En la niñez nos debatíamos entre amarlas profundamente cuando nos daban pan con chocolate y odiarlas con toda el alma cuando nos obligaban a subir a casa y dejar de jugar para algo tan absurdo como cenar.
De la adolescencia me acuerdo perfectamente. Odiábamos al universo entero, y eso las incluía a ellas. Por nada en concreto, simplemente por estar ahí y empeñarse en saberlo todo de nuestra vida.
Cuando te conviertes en madre comprendes cómo te sentías cuando eras bebé, y lo guay que debía ser llevar el culito siempre perfumado. Te empeñas en jugar con tus hijos tirada en el suelo, porque no recuerdas que hicieran eso contigo. Haces un montón de planes, quieres organizar no sólo su ocio, sino el de sus amiguitas (eso cuando tienes hija única), quieres que vea todo lo que se puede ver...
Y de repente, sin saber cómo ni cuándo, estás en plena adolescencia y te suelta: ¡el día que cumpla 18 años me voy de casa, ese mismo día! Y te tienes que dar la vuelta para reírte porque te acuerdas de tí misma diciéndole lo mismo a tu madre y sabiendo que tardará lo menos otros 18 en irse. Pero esta es su crisis, su vida, su futuro, su historia. Y deberá tener sus propios hijos para comprender qué estoy siendo yo ahora mismo, además de un grano en su culo.
Hoy he recibido un certificado de mejor mamá, mañana volveré a ser la madre más horrible del mundo... C'est la vie!

sábado, 5 de mayo de 2012

POR QUÉ A LAS CHICAS NO NOS GUSTAN LAS PELIS DE ACCIÓN


¿En resumen?... Porque los protagonistas no hablan. Así de simple. Cualquiera que nos conozca un poco sabe que a las mujeres nos encanta hablar de lo que sea. Desde la crisis hasta la cantidad de espuma que hace nuestro nuevo champú. No importa el tema. Nos gusta hablar, analizar, escudriñar, hurgar y hurgar hasta agotar al contrario. Digo contrario, porque eso solo ocurre cuando el contrario es él, si es ella, el asunto se alarga hasta el infinito y más allá.
El caso es que ayer me  fui a ver una peli de acción y casi me meto en la pantalla para que me mataran los alienígenas metálicos que disparaban a diestro y siniestro intentando acabar con la raza humana. Y diréis: ¿pero qué necesidad tienes, muchacha?
Ninguna. Pero como yo tengo que explicarlo todo, os diré que suelo ver el cine en V.O. (ya sé lo que opinas... ¡sí... tú!, y me importa medio huevo), y claro esas salas suelen tener unas pantallas no muy grandes. Así que cuando me enteré que los Kinépolis tienen algunos pases en versión original, fui inmediatamente a probarlo. ¡Menuda gozada! Claro la primera experiencia fue con La pesca del salmón en Yemen, que me pareció deliciosa, por no hablar de los tres bombonazos en distintos estilos que pululaban por la enorme pantalla. Pero ayer, de entre lo que había, se me ocurrió elegir Los Vengadores... ¡craso error! Primero porque los cómics y los superhéroes me dan un poco igual, y segundo porque ya había sido tan tonta de ir a ver al señor Pataki en su aventura en solitario, y de repente me sentí un poco desorientada. Había personajes que había visto a trocitos en varias películas pasadas por el plus, y no entendía muy bien qué hacían juntos. El guionista tampoco lo consideró muy necesario, y aquello enseguida se convirtió en una ensalada de tiros, carreras y puñetazos entre seres de distintas dimensiones espaciotemporales, imposible de seguir sin algún psicotrópico en el cuerpo. Entre toda esa testosterona aparece Scarlett Johansson enfajada en un mono de látex abierto hasta el canalillo, supongo que para relajar un poco el ojo del espectador. En resumen: un despropósito, que imagino que habrá sido carisísimo, con un presupuesto con el que habrían podido rodar siete u ocho buenas historias. ¡Ay señor, qué rubia soy a veces!

viernes, 4 de mayo de 2012

LA BUENA EDUCACIÓN


Que levante la mano quien no haya oído hablar de algún caso de tío, abuelo, amigo de la familia, que estuvo en el seminario porque era la única forma de estudiar. A los jovencitos les sonará como de otra era, pero no hará más de cuarenta años. Los niños educados en seminarios siguen vivos, y seguro que ni en sus sueños más inverosímiles creyeron que aquello podría volver a ocurrir.
Me llevo 38 años con mi hija, y gracias a la nefasta gestión, no sólo de nuestros gobernantes, sino de los banqueros del mundo, tendrá el mismo ratio que yo: 40 niños por clase. Y diréis: ¡pues no te ha ido mal! ¿no? Bueno no, pero nosotros íbamos educados de casa (a zapatillazos, sí, pero educados). Ni se te ocurría moverte sin permiso,  ni tutear a Don Jesús (que fumaba en clase como un carretero... ¡qué fuerte!), ni acortarte la falda del uniforme...
Ahora nos sentimos tan culpables por el poco tiempo que pasamos con nuestros hijos que delegamos el trabajo sucio en los profesores... No es justo. Me imagino a mí misma encerrada en un aula con 40 adolescentes y se me ponen los pelos como escarpias... por no hablar de los padres que son mucho peores que sus hijos y van a comportarse como auténticos energúmenos a la puerta del Instituto. ¡Cachocarne! ¡Si no eres capaz de educar a tu hijo, deja por lo menos que lo intente ese pobre hombre, cuya única obligación sería explicarle las derivadas y tiene que empezar por buenos días, cuando alguien habla se le escucha, no se habla con la boca llena, debes hacer los deberes, si no haces bien el examen suspendes y tendrás que apechugar con las consecuencias.
Así las cosas, los hijos de las clases medias irremediablemente abocadas a ser bajas deben espabilar y extremar la atención. Y los padres también. Esto es una labor de equipo. Todos contra las fuerzas del mal.
La buena noticia es que estos niños tienen un arma que nosotros no podíamos ni soñar: la información está ahí, al alcance de nuestras manos (si nos podemos seguir permitiendo el ADSL). Por eso es fundamental ahora mismo proteger la red de redes contra cualquier control sospechoso. Con un click tenemos todo el conocimiento del mundo a nuestros pies, solo falta convencerles de que dejen de escuchar a Michel Teló, y busquen cosas más interesantes.