Yo voy a usar más. Por qué? Es necesario? En absoluto. Lo hago porque quiero y, sobre todo, porque el año que entra rima con chocho.
Yo tenía disciplina, alegría de vivir y una hija bastante pequeña y personaja que alimentaba este blog. La niña creció y me prohibió escribir sobre "su vida" obviando que es parte de la mía. Yo perdí un poco la alegría, en parte por la situación general, pero sobre todo porque la mediocridad y el buenismo se está apoderando de todo como una enorme mancha de grasa de coche, y se te quitan las ganas hasta de respirar a veces. Pero he decidido, que este periodo absurdo se acaba aquí (claro como todos los años, diréis, no sin razón), a ver si soy capaz de dejaros con los ojos como platos.
A ver, 2017... El año de Cataluña? El año de Trump? El año de Despacito?... pues a cada uno lo suyo, supongo. Para mí ha sido el año de vacaciones de madre, bastante desaprovechadas, por cierto. Sabéis eso de los propósitos de año nuevo, vacaciones etc? Voy a leer, voy a caminar, voy a, voy a, voy a? Y luego vuelves a repetir las intenciones el próximo año, las próximas vacaciones...? Pues eso. Ni he leído más, ni he hecho más deporte, ni he llenado la casa de novios, como le decía cuando era pequeña y se iba en verano y me preguntaba: y cuando vuelva dónde duermo yo? La pobre debía pensar que saldrían manos y piernas de hombres por las ventanas, nada más lejos de la realidad.
Pues este año, lo mismo. He hecho lo mismo que si hubiera estado, salvo discutir en directo. Por skype es fracamente mucho más cómodo. Os imagináis cómo sería apagar adolescentes con una tecla? O ellos a nosotras, que no digo yo que esto no sea recíproco.
En 2017 hice una gala en Sevilla, que sólo estar en Sevilla le quita un poco de tra a trabajar. Y gran parte he estado investigando a los Gutiérrez Caba, los Alba y los Escolar. Gracias a esto he viajado por España y he llegado a Marruecos. Y el resultado lo estrené en pantalla grande, que para mucha gente es una tontada, pero para alguien que hace televisión que se ve hasta en siete pulgadas de un móvil grande, es todo un acontecimiento.
Mi hija volvió , nos hemos tenido que reacoplar, porque yo en mi espíritu expansivo había conquistado la casa entera. Ella se ha tenido que volver a adaptar al sistema educativo español, que le parece un horror comparado con el mundo multicolor de La, La, Land en el que pasó su último curso.
Y aquí estamos, esperando al año nuevo en Alemania, ese país donde es de noche a las cuatro y media y nadie pasea por pasear...
Y diréis: Qué haces escribiendo, alma de cántaro? La gente ya no lee, la gente mira fotos en Instagram, ve videos en YouTube... Dios, los youtubers!!!! Esa nueva especie de la que ya existe una segunda generación de pequeños niños Truman, que creen que lo normal es abrir los ojos y decirle buenos días a una cámara.
Digamos que me gustan los raritos.
Así que raritos míos, espero que en 2017 no hayáis perdido cosas importantes, y que en 2018 conservéis las esenciales. Yo he perdido algunos amigos por razones bastante absurdas, la verdad, Pero creo que si un amigo se va por tonterías, no sería tan amigo. Intentemos no perder los papeles en nochevieja, para empezar dignamente un año con muy mala rima.
GUTEN RUTSCH!!!