martes, 2 de enero de 2018

san silvestre asilvestrado


En mi familia tenemos una costumbre que le pondría los pelos de punta a Martha Stweart, si alguna vez oyera hablar de nosotras. Solemos elegir ocasiones especiales para probar recetas. Ocasiones especiales como reuniones de 20 personas, invitados que nunca han comido en casa o fiestas navideñas.

Eso lo hacemos año tras año en Alemania, por ejemplo. Esta gente debe pensar que los españoles estamos locos, porque las cosas absurdas que les hemos hecho degustar... Esta vez no ha sido excepción. Mi hermana ha decidido montar un 100 montaditos en casa, que para esta gente es super exótico. Ni corta ni perezosa, le pasa la carta a los habitantes de la casa, así, con dos pelotas! para elegir entre cien montaditos. Según ella, tenía de todo para hacerlos. Total, que media hora antes de cenar dice: "Bueno, aunque hayáis hecho una lista, voy a preparar lo que me parezca bien." Fenomenal, dijeron todos ante la amenaza de no cenar nada en absoluto.

Cosas que jamás había hecho, y pusimos para cenar? Aros de cebolla, patatas a la brava (con la auténtica receta de la salsa, nada de tomate con guindilla), jamón con pimiento al horno (que bueno, eso no es muy complicado)... El postre sí lo había probado muchas veces, demasiadas según algunos, pero la famiia de acogida que tuve en Nochebuena (Feliz Año Corpas) quedó contenta.

A trancas y barrancas, llegamos a una hora tarde para ellos, pronto para nosotros, a la cena y salvamos los papeles. Se lo comieron todo, menos las chips de batata, que fueron un poco fallidas.... pero por la textura, más que nada.

Así que acabamos de sobra para ver las campanadas en La1 (como siempre), y los pequeños se fueron de fiesta y han aparecido hoy a mediodía... En una casa, evidentemente, aquí no hay sitios que abran toda la noche. Bueno creo que uno, porque lo encontró mi sobrina en su corta estancia.

Y ya está, tomamos las uvas, brindamos, nos acordamos de los que no están, y ahora tenemos 365 días por delante para romper todos los compromisos que hicimos afectados por los efluvios del alcohol.

Yo hoy, de momento, he hecho un poco de power walking, aunque he tomado una cerveza, así que... fifty fifty, no hay que ser integrista, que luego se vuelve uno muy raro.

Os deseo un buen año, el que queráis, si os apetece sufrir, pues a sufrir, no seré yo quien me oponga. Un abrazo muy cálido, de los míos. Ya véis que lo de escribir, de momento lo estoy cumpliendo.

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