jueves, 20 de mayo de 2010

¿QUERÍAS SOL?...






... toma tres tazas!




Cada año, la misma historia. Desde que era pequeña. Recuerdo que cuando estaba en el colegio, tendría unos 10 años, declaraba la llegada de la primavera quitándome los calcetines. Normalmente solía precipitarme y en cuanto llegaban los primeros días medio-templados... ¡hala! ¡con tó en venta! (como diría un personaje de Mota). Y mi madre solía perseguirnos a mi hermana y a mí gritando: "¿Qué os creéis, que porque vayáis desnudas va a llegar el verano?" Y nosotras íbamos peladas de frío, pero sin calcetines.
Ahora me pasa lo mismo, pero con el cambio de ropa. Empieza a hacer calor y yo aguanto estoica por no bajar las cajas de la ropa de verano, y cuando ya no puedo más y me decido a lavar los jerseys de lana empieza a caer una pelona que me tengo que poner el abrigo otra vez. ¡Será posible!
Pero por más vueltas que le doy, no se me ocurre la solución. La ilusión de mi vida es una casa tan grande como para tener muuuuuuchos armarios en los que esté siempre colgada la ropa de todas las estaciones, que en Madrid son dos: invierno y verano. Una amiga mía la tiene y la envidio por ello, envidio muchísimo más los armarios que la piscina.
Y ahora mi hija, ha cogido mi testigo. Se puso manga corta con los primeros rayos de sol, y no he conseguido volver a ponerle más que una fina chaquetilla de algodón desde entonces. Y me he sorprendido a mí misma gritándole: "¿Qué crees, que porque vayas desnuda va a llegar el verano?". Ella me hace muecas... y yo me río por dentro.

2 comentarios:

  1. Te recuerdo el otro dia en lavapiés con plumas,querida, ya llegó el verano,ys llegó la fruta y a ver si el universo se apiada de nosotras al vernos desnudas...

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  2. Para de mentir!!! Por muchos armarios que tubieras no alcanzarias encontrar tu ropa!!! Lo tuyo no es el espacio!!!! REN SN

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