miércoles, 8 de diciembre de 2010

VOLVER...















Cuesta tanto volver a la normalidad cuando algo gordo te sacude... Te parece que ocuparte de cosas poco importantes es como traicionar un poco a los que se van, pero lo cierto es que la vida sigue y se construye con pequeñas cosas, algunas más tontas que otras. Esta semana, por ejemplo, he entrado en contacto absoluto con la tontería, pero he sobrevivido gracias a Bananarama, que es un trío que hemos montado para sobrevolar por encima del divismo sin dejar que nos afecte.
Me he perdido el mogollón que han montado los controladores y, debo decir, que no tengo una opinión muy clara al respecto. Primero la tenía, pero luego me llegó un blog de una controladora que dice más tacos que yo por minuto, y me hizo cierta gracia, pero no me terminó de convencer. Conozco indirectamente el caso de una controladora, y diré:
1. Hacen ostentación constante de la megapasta que ganan, así que no pueden decir que nadie inventa nada, igual alguien ha exagerado, ya sabemos cómo funciona el teléfono estropeado, pero a mí me ha llegado 12.000 euros mensuales. ¿Os lo han bajado a 10.000? Mucha gente se apañaría con eso. Y no empecemos con la cantinela de que somos la recontrapelota, porque los médicos, por ejemplo, también lo son, y ahí les tienes, fugándose a la privada porque en la pública, desde luego, no se está por dinero, y el que esté, se equivoca.
2. Se supone que trabajan en turnos de 4 horas, porque el nivel de concentración que requiere su trabajo, y la cantidad de vidas que pasan por sus manos en ese tiempo, así lo requieren. Hasta ahí bien. Pero, parece ser, y siempre digo parece ser, porque es lo que me cuentan, que no he hecho yo guardia en esas garitas, que intercambian turnos y los doblan para luego disponer de días libres. Si esto es cierto, la pregunta es: ¿en manos de quién estamos cuando volamos? Sea por decisión propia o porque les obliga la patronal (que en este caso parece ser el gobierno, ya que les ha militarizado), ¿estamos en manos de personas mentalmente agotadas, cuando vamos tan felices por el aire degustando esas delicias de plexiglás a precio de club de gourmet?

Si cada uno, según el gobierno, gana el doble de lo que merece, a lo mejor deberían formar a más gente para que no sea un cuerpo de élite, sino, simplemente, una profesión, que sepa desempeñar un amplio grupo de personas que puedan sustituirse normalmente para que cada uno tenga su descansos y pueda acompañar a sus padres cuando les operan. ¿Eso les interesaría? ¿Trabajar la mitad a mitad de precio?

El problema de todo esto, es que están consiguiendo que nos comamos vivos unos a otros. Como todo está fatal, la gente que tiene trabajo debe estar tan agradecida, que tiene que renunciar a todos sus derechos con sumo gusto porque hay largas colas de trabajadores en paro deseando ocupar su puesto. Así que estamos regresando al pasado en el DeLorean a la velocidad de la luz y da miedito.
Voy a seguir pensando en todo esto, entre bolas y carracas, porque sigo siendo madre y en Navidad mandan los niños.

2 comentarios:

  1. Como siempre, tu claridad es asombrosa. No sé por qué (ejem) a nadie se le ha ocurrido formar más controladores, hacer de este club privado una profesión más: todos ellos tendían vida propia, aunque eso sí, malpagadas realmente como la de todos, y nunca habría follones.
    En fi...

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  2. "a lo mejor deberían formar a más gente para que no sea un cuerpo de élite"

    Es un cuerpo de élite desde el momento que tienes que desembolsar 50.000 y tener unas capacidades y atributos físicos y psíquicos bastante por encima de la media. La formación para controlador aéreo no es gratuita sino elitista.

    Claro que a la hora de invertir tiempo trabajo y dinero escasean voluntarios, pero para cobrar los frutos de la inversión todo cristo se cree con derechos.

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