viernes, 2 de julio de 2010

DESIDIA
















Querido Daniel:
Porque tú me lo pides me obligo a escribir cuando en realidad lo que me pide el cuerpo es tirarme en la cama como la pobre Marianne Sägebrecht en Zuckerbaby, venga a comer pasteles enamorada de su conductor de metro. Como el año que se estrenó esa peli tú todavía te comías los mocos, te aconsejo que la busques, que seguro que en Alemania cuesta 3 euros, y te la pongas alguna tarde moñas de ésas que tenemos todos.
¡Mira que es rara la vida! Con toda la gente que conozco en persona, que me anime un montón alguien a quien nunca he visto, tiene cierta gracia. Y que tu padre me siga, también. Sr. padre de Daniel, que sepa usted, que ha educado muy bien al chiquillo, que además de guapo le ha salido listo y gracioso. ¿Qué más se puede pedir? ¡Ya firmaría yo para que mi bruja fuera como él de mayor!, que está entrando en una etapa muy difícil, con ésa preadolescencia que les da ahora a los 10 años, que me recuerda a mí misma cuando tenía 14. Porque como mi hija me dé la adolescencia que le dí yo a mi pobre madre, me suicido en grupo yo sola.
¿Habéis oído alguna vez ésa frase muy de abuelas "que Dios no te dé lo que puedas aguantar"? Pues me lo ha dado.
Pero ahora, como está martirizando a su pobre abuela paterna, voy a dejar de martirizarme yo a mí misma pensando en el futuro, y a disfrutar de las semanitas de rodríguez que me quedan.
Daniel, amor, espero que nos conozcamos en persona alguna vez, y que la magia no desaparezca.
Besos otoñales del mes de julio.

2 comentarios:

  1. Io che lo conosco di persona, ti posso dire che Dani è un vero amore!

    ResponderEliminar
  2. Un millón de gracias desde la más sincera admiración.

    Un besazo,

    Daniel

    ResponderEliminar