domingo, 1 de mayo de 2011

TRABAJO DE MADRE














Para ser madre no hay escuela alguna. Si pidieran título se extinguiría la raza, porque abarca tantas especialidades que es imposible dominarlas. Sin duda, lo más difícil es manejar la mano izquierda. Yo, por ejemplo, tengo exceso de mano izquierda y sería de las primeras en perder el permiso de ser madre porque la disciplina no es lo mío. Para imponer disciplina primero tienes que practicarla y yo soy anárquica total. Mi madre no trabajaba fuera de casa, y estaba todo el día liada con nosotras porque éramos tres (que no me lo puedo imaginar) y comíamos fatal (que no os lo podéis imaginar) y nos llevaba a comer a casa cada día para que comiéramos de todo. Yo trabajo fuera de casa, y por eso tenemos una habitación a la que llamamos leonera, y los menús son una tortura. Nunca le viene bien la verdura y la fruta, me cuesta un trabajo enooooooorme convencerla y eso que recurro a los trucos más bajos como el aspecto estupendo de la piel vitaminada, y los beneficios de la fibra en el volumen de tu abdomen. Aun así no siempre consigo que se trague el anzuelo, como no sea en crema bien especiada. A parte de esto, mi vida es una constante negociación. Dúchate. Primero ceno, te prometo que me ducho en cuanto acabe. Los deberes. Déjame la tele puesta que te prometo que no miro. Cómete todo el tomate. Primero me como lo que más me gusta y luego te prometo que me como el tomate. Te prometo, te prometo, te prometo, te prometo, te prometo...
Como ya sabéis este año hemos celebrado ya el día de la madre, me regaló unos pendientes preciosos con dos corazones rojos que han sido la sensación de la semana y hoy me ha llamado para felicitarme, supongo que por ser su madre que ella considera que es un gran honor, y para ponerme tarea. Su clase participa en un concurso para Colegios Bilingües y creo que tienen como premio un viaje a Londres, lo que sería un premio para ella y para mí que me dejaría libre. Y me ha puesto de trabajo extra en mi día que le diga a todos mis amigos que le voten. Porque los niños de ahora ya vienen con internet de serie y ayer me dice que le diga a mi amigo Abel, que tiene un montón de seguidores, que lo cuelgue en su blog. Porque ella también sigue a Abel. Bueno no le dejo que vea todo, evidentemente, pero cuando me ve con el ordenador partiéndome de risa asoma la nariz y entonces me pica diciendo: ¡Hala, cuántos seguidores tiene Abel, tú tienes muy pocos! ¡Será posible!...
Así que, por favor, si me queréis votarla!

(Guión: Lucía Arroyo, Katia Mazuecos,
Hatin Taibei, Hugo Monelo)

2 comentarios:

  1. Votada queda. ¡¡Mucha suerte!!

    ResponderEliminar
  2. oooiiisssshhh que rica con lo del tomate.... y con lo de la ducha... siempre todo es luego, luego, luego... consuélate pensando que LUEGO te adorará. Por poco que reflexione, se dará cuenta de que "madre no hay más que una" (y a ti te encontré en la calle), que dice la frase popular :-)

    ResponderEliminar