sábado, 28 de agosto de 2010

POLVOS INESPERADOS
















Las Leyes de Murphy, rigen también el mundo del sexo. Si te has depilado, volverás a casa sin comerte un colín. Si llevas el bolso lleno de condones, volverás a casa sin comerte un colín. Si vas a la peluquería y te hacen el corte de tu vida, volverás a casa sin comerte un colín.
Ahora bien, ese día que dices: "Paso de los pelos de mis piernas, total, hoy no hago nada..." aparece ese colega supersimpático que te visita de vez en cuando y te ofrece un polvo sorpresa. ¡Mira tú que bien! Tiene que ser hoy. Llevo preparada por si acaso cuatro días, pero justo hoy que llevo unas bragas feísimas, de esas que te da pena tirar, resulta que es el día que elige para venir a arreglarme el cuerpo. ¿Sabes qué? Voy corriendo para llegar antes y así le recibo directamente en pelotas.
Y te das cuenta, que el rollo de la lencería erótica sólo funciona en las películas, cuando la lleva puesta alguna maciza, de esas que tienen pocas frases, porque la expresión corporal no necesita aditivos verbales que te distraigan del mensaje principal. Así que, después de tanta preocupación, lo realmente importante es que te dejes llevar, te olvides de lo superfluo y te concentres en pasártelo bien. Y, si eres buena, hasta te puedes hacer pis de gusto. Aunque todas sabemos muy bien lo que preferimos. ¿O no?

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