jueves, 24 de febrero de 2011

CONTRACRUSH















¿Qué demonios está pasando? Ha sido irse San Valentín al sitio del que no debió salir nunca y empezar a caer parejas con efecto dominó. Vamos a ver si nos centramos. ¡Que lo mío es una pose! Que me encanta escandalizar a los enamorados, aunque bien es cierto que no les soporto. Ése estar todo el día encima del otro, cari por aquí, cari por allá, me revuelve el estómago. Pero las parejas guays me encantan. Esas que se dejan espacio para respirar, las que salen por separado y conservan cada uno sus propias amistades. Las que se conocen hasta el punto de desaparecer de la presencia del otro antes de que estalle la tormenta en 3, 2, 1... No aguanto a los que se llaman cada diez minutos: "¿Qué estás haciendo?" "Desde que me llamaste la última vez, pis y poco más, cariño". "Cielo, he quedado con Piluca y Pocholo, que inauguran la casa, por fin, y nosotros llevamos el vino". ¡Vamos a ver, alma de cántaro! ¿Puedes al menos preguntar antes de programar la agenda de tu media naranja? Porque si no, es muy posible, que dentro de poco estés en una botella de la Radical Fruit Company.
Pues creo que hay una nube tóxica, que está haciendo que las parejas rompan. O igual es que han caducado, que todo puede ser. Yo tengo una teoría al respecto. Cada pareja tiene un tiempo de vida (al igual que los seres humanos). Cuanto más tiempo pasan juntos, más rápido se consume su vida. Por tanto, si tu pareja está predestinada a durar 5.000 días, y no os separáis ni para ir al baño, cortaréis en trece años y medio. Sin embargo, si vivís a 2.000 kilómetros de distancia y os véis los fines de semana, no tenéis vida para separaros.
Así que, por lo que más queráis, comportaos como adultos, dejad a la gente vivir, recordad que los niños también tienen padre, cuando volváis de una juerga no contéis dónde, cómo y con quién habéis estado (¡un poco de intimidad, coño!), y si sois los que se han quedado de guardia no preguntéis más que: ¿todo bien?. Y, por favor, ¡dejad ya de separaros!
Pensándolo mejor, así se reaviva el mercado de segunda mano.

2 comentarios:

  1. muy bueno Ana, meha gustado y que razón tienes. Un beso

    ResponderEliminar
  2. guapa! completamente de acuerdo contigo y me encanta tu teoría! siempre había pensado que es un error POSEER EL TIEMPO, LA CABEZA Y LA RAZÓN DE OTRA PERSONA, que eso es abducir, no amar..., pero tu teoría de las horas es GENIAL!! la difundo citando la fuente, amiga! Eso sí, qué bueno sería empezar de nuevo sabiendo lo que ya se sabe..., o se vuelven a cometer los mismos errores??? ESPERO QUE NO!! besos!! (y viva el AMOR QUE DA LIBERTAD Y SEGURIDAD AL MISMO TIEMPO!!)

    ResponderEliminar