miércoles, 14 de abril de 2010

DE BAJÓN



Los días grises no me dan ganas de nada. Estos días, hasta los ojos se me ponen grises. Yo tengo los ojos color perrocorriendo, que no se sabe muy bien de qué color son, pero los días de sol son de un verde radiante. Hoy es un día como panzaburra y, seguramente, me habría quedado en la cama, tapada hasta las cejas, si mi compañera de piso no me hubiera dado la voz de alarma: "¡Jo, mamá, que no voy a llegar a desayunos!", porque mi pepito grillo casi abre el colegio cada día.
Si no fuera porque luego  Moli me reclama su dosis de blog en cuanto me despisto, hoy no habría escrito ninguna entrada. Fíjate si estaré moñas, que he venido escuchando a Jack Johnson por el camino. ¡Qué me gusta a mí Jack Johnson! Me imagino tirada en una playa de Hawaii, con una cervecita y un cigarrito de la risa, mirando al mar y escuchando un acústico privado de este muchacho tan tranquilo... ¡Coño, cuándo viene por fin el buen tiempo, que ya vale de tanto frío!
Hoy es de esos días en los que me perdería en los brazos de un hombre de esos que no existen y nos encantan a nosotras (que en realidad son mujeres con cuerpo de hombre)... ¿Algún voluntario en la sala?
Sólo espero que Lucas hoy no pase por aquí. Y si pasa, que no comente. No estoy de humor...

2 comentarios:

  1. Vale no comento....pero te libras por los pelos...¡¡¡ Abrazada a mujeres con cuerpo de hombres !!!...&%$¨**+*^´$%&"¨*+^`*`,si no lo digo reviento.Ah,el jack Johnson este ¿ porque no le tengo ya yo ?.

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