domingo, 25 de abril de 2010

MOJITOS













Hacía tiempo que no veía camareros tan antipáticos como los del Josealfredo. La otra noche nos fuimos de akelarre las brujas, y llegamos a la conclusión de que Madrid está matao. ¿Cómo puede cerrar la cocina de un bareto en plena plaza del Dos de Mayo a las diez y media de la noche de un viernes? ¿Qué somos ahora, alemanes? ¿A qué hora se supone que te vas a picar algo? ¿A las seis de la tarde? ¿Y qué te pido? ¿Un nesquik con galletas? ¡Por el amordedios! Menos mal que justo al lado del Café de Mahón hay un minitakeaway que atiende un argentino que está de tomapanymoja, con unos ojazos para hacerle seis favores sin parar... ¡Dios cómo llega esta primavera!... Lo primero que piensas es "pues nos pillamos algo en el argentino y nos lo tomamos con las cervecitas del Mahón" (que merecen capítulo aparte, porque hay un ciudadano sudamericano, cuya frase favorita es unmomentitoahoralestomonota), pero de repente ves un enorme cartelón que han puesto diciendo "Está prohibido traer comida de otros establecimientos a las mesas" ("queremos que os emborrachéis con el estómago vacío, pringaos, ¿o creéis que vamos a tener en cuenta por un minuto las necesidades de nuestros clientes? ¿acaso pensáis que nos dais de comer?"). Pues sí, os damos de comer, salimos poco, porque la cosa está jodida para todos y no podemos estar todo el día en la calle gastando pasta en copas, y si encima nos tratáis como el culo, vais a conseguir que nos quedemos todos en casa, por turnos, y nos hagamos camareros profesionales poniendo copas a nuestros amigos, y les sonreiremos, y les dejaremos ver nuestras fotos vergonzosas, y bailaremos, y cantaremos, y charlaremos tranquilamente, y acabaréis cerrando. ¡So siesos!
Y, ahora que me he desahogado, os contaré que de seis brujas que salimos, sólo una tenía apalabrado volver acompañada a casa, pero no diré su nombre porque estoy amenazada de muerte. Claro,que tuvimos que darle un pequeño empujoncito (¡Qué sosos están los tíos, y qué pereza da ligar!) y nos tuvimos que apretar unos cuantos mojitos en el Josealfredo, que no estaban mal, pero tampoco para tirar cohetes, sobre todo teniendo en cuenta que hay que aguantar a los antipáticos camareros que parece que te están haciendo un favor poniéndote la copa. Vamos, que los diez pavos que te soplan no incluyen un servicio agradable.
En fin, que al menos una de nosotras pasó la noche acompañada, y, parece ser, que feliz como unas castañuelas. ¡Enhorabuena a los premiados!

1 comentario:

  1. Los camareros alternativos tienen ese pequeño defecto, en realidad como están estudiando su próxima película por el método Stanislawsky o centrados en la redacción de su libro existencial no memorizan el tema de dos cafés y una cerveza y te miran como si ellos fueran de Marte y tú de Venus... Pero al akelarre no le importa eso, porque las brujas como nosotras los sobrevolamos con gasolina mojitense y nuestra mutua compañía!!
    You are simply the best

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